El Ayuntamiento de San Fulgencio necesitaba un profesor de inglés y el contratado ha sido la hermana del concejal Borja Alonso; el Ayuntamiento necesitaba una aplicación informática y el servicio lo está prestando el hijo del edil Vicente Murcia, quien, además tiene a su otro hijo como monitor de Deportes y a su nuera trabajando, a través de un contrato del Servef, para el municipio. ¿Casualidades? El PIPN (Partido Independiente por las Nacionalidades) de San Fulgencio cree que no y asegura que el alcalde, Carlos Ramírez (Partido Popular) está aprovechando la mayoría de la que disfruta en el pleno para «pagar favores políticos a diestro y siniestro a familiares directos de concejales y miembros de la junta directiva del PP».

Pero estos no son los únicos casos de beneficiados con contratos gracias a su relación con el PP que denuncia el PIPN porque un sobrino de Antonio Irles, secretario del partido, ha entrado a trabajar para el área de Parques y Jardines después de cambiar de domicilio de Callosa de Segura a San Fulgencio poco antes de las elecciones. Esta persona, siempre según la denuncia de la oposición, ha tenido la posibilidad de conseguir el «puesto más cómodo y luego dice que es la empresa la que se encarga de los contratos». En la Oficina de la Urbanización ha sido contratado un exmiembro de la ejecutiva del PP que participó de forma activa, aseguran, en la última campaña a las municipales. Y la última contratación que la oposición relaciona con «enchufes» es la del asesor de gabinete que es un miembro de la directiva del PP y que forma parte del Sporting Club de San Fulgencio, que está salpicando por una investigación judicial en la cual la Fiscalía acusa tanto al alcalde como al secretario del PP y les ha pedido la apertura de juicio oral. Este asesor, según el PIPN, ha tenido también la «suerte» de que su esposa haya sido contratada en la guardería municipal.

Bar

Los independientes añaden que Ramírez habla de transparencia mientras ha adjudicado el bar de la piscina «a dedo» cuando siempre se había hecho por subasta y lamentan que quien más habla de transparencia sea, precisamente, quien más falta a ella: el alcalde, al que recuerdan que «ha subido un 20% el IBI». Por último, el PIPN anuncia que van a ser tres plazas de personal laboral en el Ayuntamiento pero no anima a nadie a que se haga ilusiones.