La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, enviará durante los próximos días cartas a todas las comunidades de regantes de la Vega Baja para exigir la puesta en marcha de planes con medidas para evitar que se acumulen residuos en los azarbes, como la instalación de rejillas donde se acumulen los desperdicios para su posterior limpieza. En caso de no actuar, se iniciarán expedientes sancionadores.
Esta decisión ha sido adoptada después de que la Asociación de Amigos de los Humedales del Sur de Alicante (AHSA) presentara una denuncia ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) «por el continuo y reiterado vertido de basuras en el meandro del antiguo cauce del río Segura más próximo a la costa», en el término municipal de Guardamar del Segura. Según explicó el citado grupo conservacionista, los residuos llegan a esta zona del río a través de varios azarbes de riego que vierten allí sus aguas, siendo el volumen de basuras vertido de tal magnitud, que hace años la Confederación Hidrográfica del Segura tuvo que instalar una pantalla para recoger los residuos que llegan flotando.
Los azarbes de riego son canales que se utilizan para que tras los riegos en la huerta, las aguas sobrantes sean canalizadas para evitar encharcamientos así como para facilitar su reutilización y, en este caso, derivarlas de nuevo al río Segura. Pues bien, según la CHS, son los propietarios de los azarbes -las comunidades de riego y los juzgados de aguas- los que deben implementar soluciones, como por ejemplo la colocación de rejillas al final de los canales para contener los residuos y luego recogerlos, como ya sucede en algunos otros puntos. En el caso concreto de Guardamar, la CHS ha hecho un informe sobre la situación del cauce en la desembocadura y «estudiará ahora si se abre un expediente».
Multas en Dolores
De iniciarse un procedimiento sancionador, no sería el primero. Fuentes de la Confederación indicaron que por las mismas razones ya se pusieron tres sanciones el pasado año, de 3.000 euros cada una, al Sindicato General de Aguas de Dolores. Las mismas fuentes indicaron que las competencias en materia de recogida de residuos son del Ayuntamiento, no de la CHS, siempre que éstos no supongan un problema para la circulación del río, y en el caso de Guardamar no lo suponen dado que se trata de azarbes y no del cauce como tal. No obstante, inciden en que los responsables de los azarbes son los que tienen que adoptar medidas.
Para el colectivo de AHSA, los vertidos de este tipo afectan al dominio público hidráulico y, según el reglamento que regula el mismo, se prohíbe taxativamente «efectuar vertidos directos o indirectos que contaminen las aguas» o «acumular residuos sólidos, escombros o sustancias, cualquiera que sea su naturaleza y el lugar en que se depositen, que constituyan o puedan constituir un peligro de contaminación de las aguas o de degradación de su entorno».
En el caso de Guardamar del Segura, apuntan a que los vertidos se están produciendo en un Espacio Natural Protegido, ya que este paraje forma parte de la Desembocadura del río Segura, incluida con el nº 24 en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana.
