La «zona azul» regresó ayer a las calles del centro de Orihuela para alivio de vecinos y comerciantes que coincidieron, en su mayoría, en la descongestión del aparcamiento en la zona, si bien, tras dos meses con los parquímetros sellados, no faltó la confusión y el desconcierto entre los conductores. La Policía Local comenzó a primera hora, a partir de las 8, a quitar los precintos puestos la noche del 11 al 12 de noviembre, cuando terminó el contrato de la anterior adjudicataria, Esma Park, y tras la firma el lunes del nuevo pliego con Setex Aparqui. Sin embargo, los trabajadores no comenzaron su turno hasta las 10 horas por lo que hasta ese momento, y tras semanas sin funcionar, muchos parquímetros necesitaron una puesta a punto que hizo que no todos funcionaran con normalidad, por lo que los usuarios ya no sabían si el servicio seguía siendo gratuito, había entrado en funcionamiento o se trataba de problemas técnicos.
Las labores de mantenimiento en los parquímetros se demoró buena parte de la mañana. Además de comprobar el correcto funcionamiento del medio centenar de máquinas, los trabajadores tuvieron que cambiar alguna batería y reconfigurar otras.
Precisamente para informar a los usuarios y despejar las dudas, los trabajadores realizaron una campaña informativa en la que, a los vehículos que no disponían de tique -la gran mayoría- según pudo comprobar este diario, en lugar de multa dejaron sobre el parabrisas el aviso de que el servicio había sido restablecido.
A medio gas
Lo cierto y verdad es que, aunque a medio gas, la rotación de vehículos volvió ayer a las calles pues tal y como apuntó una de las conductoras estacionadas en zona azul, «los vecinos dejaban aquí el coche durante días, al ser gratis. Yo misma he venido corriendo a poner el tique para que no me multaran en cuanto me he enterado por la prensa de que hoy había que pagar, porque solía dejarlo por esta zona».
Otros apuntaban a que el motivo de no mover su coche, «pasaba más por el miedo a no poder volver a aparcar que por no necesitar cogerlo», bromeó otro usuario que ha sufrido las «vueltas y vueltas que había que dar antes de poder dejarlo».
Perjuicio
Los más perjudicados por la odisea de encontrar aparcamiento al no haber «zona azul» han sido, sin duda, los comerciantes, que han visto cómo «los clientes, en lugar de venir a las tiendas del centro porque se volvían locos buscando aparcamiento, han optado por irse a los centros comerciales, a Ociopía, a hipermercados con aparcamiento propio... se ha notado mucho en Navidad, así que ya era hora», apuntó una de las dependientas de una tienda en los alrededores de la Plaza Nueva.
De la misma forma se pronunciaba ayer una vendedora de una tienda de la Avenida de España, que, a modo de anécdota, recordaba incluso que «había clientes que, al venir a recoger los encargos, llamaban por teléfono para que se los sacáramos a la calle para poder recogerlos sin bajar del coche, porque en esta zona era imposible aparcar y no se podía dejar en doble fila».
Por tanto, muchos fueron los que agradecieron la puesta en marcha del servicio, a pesar de los inconvenientes y la confusión en la primeras horas. La campaña informativa continuará hoy y a finales de semana las multas a los infractores volverán a la ciudad.
