La centenaria sociedad Casino Orcelitano le rinde un homenaje este fin de semana de la mano de su presidente Pablo Vidal, inquieto como pocos en un municipio donde cuesta que las cosas se muevan. La entrevista es por teléfono el pasado miércoles y con tiempo tasado porque tiene otros quehaceres. Tiene una voracidad al hablar y una claridad de ideas y de pensamiento y no deja nada al azar ni nada se le escapa.
El Casino de Orihuela le realiza un reconocimiento público. ¿Qué le parece?
Estoy extrañado, la verdad. Ya fui Síndico del Oriol en 2000 pero este reconocimiento viene del Casino Orcelitano y me sorprende más por lo que fue, porque antes era muy elitista. Recuerdo que era becario y en las Fiestas del Azahar casi teníamos vetada la entrada. Me han dicho que se ha acordado y por unanimidad de la junta directiva del Ateneo Cultural. Me sugirieron que celebráramos este reconocimiento antes de las elecciones y me pareció que igual a alguien lo que pudiera decir en esas fechas le parecería impertinente o le querría ver algún matiz político, porque yo nunca he sido un cínico, y si alguien ve algún cariz que le va a molestar yo no quería ser un objeto de discordancia. Así que lo dejamos para ahora.
¿Tiene algo preparado que vaya a contarles?
Hablaré de mis experiencias en derechos sociales, pretendo improvisar algo que no sea muy formal. Creo que será lo más conveniente.
¿Cómo ve Orihuela, su ciudad?
Orihuela ha pasado una etapa de esperanzas -hace un largo paréntesis mientras se lo piensa-... frustradas; no, mejor truncadas después de que a comienzos de la Democracia tuviera alcaldes progresistas, como fue (Vicente) Escudero, quien fue alguien emblemático que por trapacerías perdió la Alcaldía. El pasado mandato hubo un gobierno que encabezaba Monserrate Guillén (Los Verdes), quien hizo una labor encomiable porque acabó con ese germen de la corrupción que tenía Orihuela. En eso ha sido un alcalde muy eficaz, acabando con el negocio de las basuras, pero se ha truncado esta esperanza y, aunque en Orihuela las cosas funcionan más lento que en otras zonas, espero que ese mandato no sea indiferente en un municipio que creció a espaldas del mar hasta que se descubrió eso de la especulación y, en vez de crear cultura y enriquecimiento, cayó en la vulgaridad, como ha pasado en otros municipios de la Vega Baja como por ejemplo en Torrevieja.
¿Tanto ha perdido España en los últimos años en derechos sociales?
Los derechos sociales han experimentado una involución. La desigualdad se ahonda con menos Democracia que es lo que ha estado ocurriendo. Se ha hecho políticas que van en contra de la Democracia. Los derechos sociales también son derechos de la ciudadanía y es indiscutible que se ha producido un retroceso. Lo que hay que hacer es construir España desde otra base, fomentando el conocimiento y el empleo de calidad y con políticas fiscales más equitativas. El PP ha hecho el mayor destrozo en unas políticas sociales que nunca en España han sido homologables al de resto de los países de centroeuropa.
¿Y cuánto tardaremos en recuperarnos?
Creo que la coalición más letal en cualquier país es la que se establece entre malvados y necios y el PP ha ahondado en esa conjugación. Hablar de recuperar lo perdido es difícil porque en realidad nunca el estado de bienestar en España ha sido robusto. Ni en los tiempos de Felipe González porque se siguió una estrategia que gravó más las rentas del trabajo y que terminó por debilitar el estado de bienestar. Fueron todas aquellas reformas de Felipe González en el 85 cuando nos metió en la Union Europea y que se han seguido.
¿Cómo ve la recuperación?
La recuperación se sostiene con pies de barro y hay que enmendar las políticas sociales y conseguir un crecimiento solvente que no se disuelva como un azucarillo, que es lo que precisamente dice el PP que pasará si ellos no están cuando son los culpables. Hace falta unas nuevas políticas económicas. Hay que trabajar en dos planos: reformas económicas y sociales y de la Constitución, que debe reformarse y someterse a un referéndum para cambiarla y actualizarla tras 40 años.
¿Qué le parece el resultado de las elecciones del 20 de diciembre? ¿El PP tiene que gobernar, debe el PSOE hacer un gran pacto o deberían convocarse nuevos comicios?
Haré varias consideraciones. En primer lugar, esa inestabilidad a la que alude tanto el Partido Popular no es culpa de los electores sino que es precisamente el resultado de las políticas que se han llevado a cabo los últimos gobiernos. La gente ahora no ha votado por inercia, como pasaba antes, sino por indignación y desconfianza, pero afortunadamente no ha aumentado el grado de indiferencia ante lo que estaba pasando como sí ha ocurrido en otros sitios de Europa. Por otra parte, el PSOE no ha visto en estos últimos años por dónde vienen las nuevas inquietudes, pero tendría que haberlas visto para que no se llegara al 15M que se generó por una serie de políticas injustas e ineficaces. Y todo eso al final se ha conjugado con el resultado electoral que lo que trata, en definitiva, es que se gobierne de otra manera.
¿Y quién tiene que ceder ahora?
Todo el mundo, todos los partidos, tienen sus líneas rojas pero ahora hay que poner por delante las condiciones que son renunciables. Si se quiere llegar a acuerdos todos tienen que restarse protagonismos y el primero que tiene que hacerlo es el Partido Popular que es el que nos ha llevado a esta situación. Y también el PSOE, que está en medio de una encrucijada entre su mediocridad, los barones y baronesas y los objetivos y promesas. Ya no hacen política cuando lo que hace falta es tener unos ideales. El PSOE lleva mucho tiempo entre incongruencias que sus políticos practican y no está en condiciones de liderar el cambio pero la derecha tampoco puede dejarlo de lado por historia.
Y de Podemos diré que no quise ir en su candidatura por razones que intuía que pasarían, como es el referendum de Cataluña porque la posición que defienden es de un error garrafal. Yo no quiero ser un viejo conservador de la izquierda. Estoy abierto a ideas nuevas pero no a las viejas como eso que plantean para Cataluña que, en definitiva, es el derecho a la autodeterminación. Ya hace mucho que aprobamos la Constitución y éste se quito de muchos estatutos hasta en los del PCE. Pablo Iglesias, y se lo digo con cariño, a veces tiene respuestas infantiles.
¿Entonces?
En España hay que establecer las condiciones para un gobierno de amplio espectro y actualizar la Constitución, lo que por buena lógica es necesario en un texto de hace 40 años que ha sido ya manoseado de forma abusiva, como pasó con el articulo 135 que fue el que me llevó a votar el contra, fui el único que lo hice y dimití como diputado (se presentó en la lista del PSOE pero como independiente)... o la locura de la reforma que hizo José Luis Rodríguez Zapatero de los Estatutos de Autonomía, sin derivación en la Constitución, que llevó a las sentencias del Tribunal Constitución que nunca se hubieran producido de haber hecho las cosas de otro modo. Muchas de las necedades han llevado a este desbarajuste y hay que someternos a una reforma sin ambajes para ser un estado federal, como Alemania, y muchos se sorprenderían que muchas de nuestras comunidades tienen más competencias que hay allí.
