Un hombre de 34 años ha asesinado, presuntamente, a su esposa, de 31, y a la hija de ambos, de tan sólo 8 meses, y posteriormente se ha suicidado en una vivienda de Torrevieja.

Fuentes conocedoras del caso han señalado a EFE que los crímenes se cometieron, a falta de la confirmación oficial de la autopsia, por asfixia -seguramente por ahorcamiento- y que tuvieron lugar hace días, seguramente hace una semana.

El hallazgo de los tres cadáveres, todos de nacionalidad polaca, se produjo durante la tarde de ayer después de que la madre de la mujer, que reside en una urbanización de la costa de la vecina población de Orihuela, diera la voz de alarma porque no veía a la familia desde el pasado día 24.

Los hechos ocurrieron en un cuarto piso de una vivienda de alquiler situada en la calle Ramón Gallud, en pleno centro de Torrevieja, donde la pareja no residía permanentemente ya que alternaban temporadas en esta población del sur de Alicante con su país natal. Al juzgado no le constan antecedentes de violencia, según ha informado hoy el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

El juzgado de guardia de Torrevieja ha decretado el secreto de las actuaciones y se inhibirá en favor del Juzgado de Violencia Sobre la Mujer.

El crimen se conoce varios días después de que desde el Centro de Búsqueda de Desaparecidos de Polonia se difundiera a través de las redes sociales una alerta para hallar a un varón, de 35 años, una mujer, de 31, y una bebé, de 9 meses, desaparecidos en Torrevieja.

El Grupo de Criminalística de la Guardia Civil investigó el hallazgo anoche de estos tres cadáveres. Todos los indicios observados por los investigadores en el interior del piso apuntaban a que la muerte de produjo por causas violentas, según fuentes consultadas por este diario.

La alerta llegó a las fuerzas de seguridad sobre las 20 horas. Durante buena parte de la tarde noche de ayer este grupo especial de la Guardia Civil y la comisión judicial con un forense permanecieron en el interior de la vivienda.

El Juzgado de Instrucción 1 de Torrevieja, en funciones de guardia, procedió anoche al levantamiento de tres cadáveres sobre las 22 horas. Los cuerpos fueron trasladados al instituto anatómico forense para que les sea realizada la autopsia.

ACTOS DE CONDENA

Varias decenas de vecinos de Torrevieja han expresado hoy su repulsa por los asesinatos con un minuto de silencio frente al Ayuntamiento.

A la convocatoria del consistorio, a las 18 horas, han asistido miembros de la corporación municipal, encabezados por el alcalde, José Manuel Dolón (Els Verds), quien ha expresado su "dolor, consternación y condena, si efectivamente se trata de un asesinato de estas características", en referencia al asesinato machista.

Pancartas con el lema "¡Basta Ya!", "¡Ni una menos!" o "No más feminicidios!" han sido portadas por algunos de los asistentes.

El alcalde ha declarado que parece que esta familia de origen polaco estaba en Torrevieja desde hacía unos pocos meses, y ha hecho hincapié en la necesidad de "luchar para erradicar esta situación (violencia machista) en nuestro país".

Ha resaltado que históricamente el colectivo polaco ha tenido bastante presencia en Torrevieja: "Tenemos una relación intensa con el pueblo polaco", ha continuado Dolón, quien ha recordado que la parroquia de San Roque y Santa Ana atiende al colectivo polaco "por su religiosidad".

El alcalde ha afirmado sentirse "consternadísimo" y "totalmente roto" por lo sucedido y ha añadido que, a falta de confirmar oficialmente que es un crimen machista, pretende organizar sendas concentraciones silenciosas de repulsa a las puertas del ayuntamiento tanto hoy a las 18 horas como mañana al mediodía.

Dolón ha puesto de manifiesto que alrededor del 50 por ciento de los más de 100.000 vecinos censados de Torrevieja son extranjeros y que los casi 2.000 polacos les convierten en una de las colonias más importantes cuantitativamente, tras los británicos (más de 9.000), rusos (5.000), ucranianos y suecos (más de 2.000).

La presencia polaca en esta localidad del extremo sur de la Comunitat Valenciana se remonta a poco después de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación soviética, cuando un centenar de matrimonios polacos de alto poder adquisitivo, principalmente comerciantes, se asentaron en una urbanización.

En las últimas décadas, han llegado muchos más atraídos por la hasta hace poco floreciente industria de la construcción y aunque tras la crisis muchos se han marchado, otros han continuado en Torrevieja, y de hecho ya se puede hablar de que hay "polacos de segunda generación" en la localidad.

Para reflejar esta "relación bastante estrecha", el alcalde ha relatado que en la parroquia de San Roque y Santa Ana hay todas las semanas misas oficiadas por curas polacos en ese idioma, y que el templo se llena de fieles siempre.