Casi cinco años después de dejar la Alcaldía de Torrevieja, la sombra de la gestión de Pedro Ángel Hernández Mateo (Partido Popular), continúa siendo alargada. Ayer, el alcalde, José Manuel Dolón (Los Verdes), quien con su denuncia fue responsable de que éste acabara en prisión por falsificación de documentos por irregularidades en la adjudicación de las basuras, sacó a relucir una de sus últimas gestiones al frente del Ayuntamiento. Se trata de una permuta de 2 millones de euros que, como curiosidad, encierra que fue doble, sobre la misma finca, con propietarios distintos y con una diferencia entre una y otra, en los plazos de aprobación, de 36 días.

Cuatro años y medio después de aquellos hechos, los bienes que se quedó el Ayuntamiento se encuentran en el mismo estado que entonces y eso que uno, que fue el objeto de toda aquella operación, era un edificio protegido de la calle Azorín 20 por el que no se ha hecho absolutamente nada en este tiempo; de hecho, hasta octubre de este año no se supo que era municipal. En aquella operación el municipio entregó una parcela perfecta en el polígono industrial Casagrande, de 6.587 metros cuadrados, que se encuentra en medio del cogollo de algunas de las principales operaciones urbanísticas en estos momentos pues a su alrededor se construye el Tanatorio-Crematorio y quién sabe si albergará también la planta de transferencias de basuras que se comenzó a tramitar en el Ayuntamiento a finales de 2013 pero de la que nadie del actual equipo de gobierno ha sabido hasta octubre.

José Manuel Dolón calificó de «permuta exprés» la operación porque se hizo un expediente a una velocidad de vértigo -la petición de la operación por parte del propietario del edificio histórico -Carburantes Cox- se planteó en diciembre, se cerró en marzo y un mes más tarde se volvió a autorizar con nuevos propietarios del suelo industrial municipal que se cedió. En mayo, eran las elecciones.

Cuatro plantas

El informe técnico del Ayuntamiento para autorizar la operación justificó los precios del siguiente modo: la casa olvidada de la calle José Martínez «Azorín» tenía una superficie de 1.800 metros en cuatro plantas y sótanos y se tasó en 1,3 millones de euros. Mientras que los 3.493 metros de zonas verdes pendientes de ejecutar dentro de un plan que a día de hoy sigue a la espera de reparcelación tenían un valor de un millón de euros pero se aplicó un coeficiente de inedificabilidad temporal (al ser zona verde su destino) y se rebajó a algo más de 620.000 euros. En cambio, la parcela que el Ayuntamiento entregaría tenía un valor de 1,9 millones de euros.

El informe concluía que para ajustar las cantidades en la operación, el Ayuntamiento debería indemnizar al empresario en 8.200 euros pero éste renunció. Así las cosas, con los informes favorables, la junta de gobierno le dio luz verde el 11 de marzo de 2011.

Veinte días más tarde, Carburantes Cox informó al Ayuntamiento que después de la permuta y antes de su formalización en escritura pública, había vendido la mitad de ambas propiedades a los hermanos Soria Díez y solicitaba que se modificara la permuta otorgándoles el porcentaje que les correspondía: el 50% de la parcela industrial. Según la documentación notarial a la que ha tenido acceso INFORMACIÓN se pagó por este 50% de todo algo más de 321.000 euros, lo que se firmó el 25 de marzo. La junta de gobierno no tuvo inconveniente y el 15 de abril el Ayuntamiento dio luz verde al cambio de titularidad.