La «Congregación de María Inmaculada. Luises e hijas de María» celebra este año un siglo de vida desde que fuera fundada en 1915 por el párroco Filiberto Aguirre con la finalidad de fomentar la devoción a la que es hoy patrona de Callosa de Segura y la formación religiosa de la juventud. En este aniversario tan especial, los feligreses han aumentado su ajuar de elementos con unos nuevos faldones azules y dorados para su trono, luces tipo led que iluminan la nube sobre la que se erige la talla, una nueva tela para el manto real y una capa fluvial que estrenará el próximo 8 de diciembre, cuando se celebra su día grande con una procesión que partirá a las 11 de la mañana desde la arciprestal de San Martín.
El presidente de la Congregación, Moisés Marcó, explicó que en este centenario han recibido el visto bueno de la Iglesia para que el desfile religioso varíe su itinerario, partiendo en dirección hasta el templo de San José, que celebra su 50 aniversario. Allí se oficiará una misa de campaña. La Virgen saldrá acompañada de cientos de fieles y arropada por niños vestidos con sus trajes de Primera Comunión, portando lazos que se unen con el trono de la patrona.
La veneración de los callosinos para con la Purísima se remonta al menos hasta el siglo XVI. En sus «Notas para la historia religiosa de Callosa de Segura», Antonio Ballester recuerda cómo el 8 de mayo de 1585 los franciscanos de San pedro Alcántara fundaron en el municipio un convento dedicado a la Purísima Concepción, que quedó extinguido en 1835 por la expulsión decretada por Mendizábal. Fue en el año 1915 cuando se fundaron las Congregaciones de Hijas de María y San Luis Gonzaga. Mientras las mujeres tenían como imagen titular la Purísima del Convento, para los Luises se adquirió otra talla que fue colocada en el altar de la que es hoy la iglesia de San José. Ambas imágenes se perdieron durante la Guerra Civil y fue en 1942 cuando llegó la talla que se venera en la actualidad, una obra del escultor Pio Mollar que se coronó el 29 de noviembre. Sería en 1967 cuando el Ayuntamiento acordó nombrar alcaldesa honoraria de Callosa a la Inmaculada Concepción. La talla de la Virgen se restauró en 2012 y a su trono se le añadieron tres ángeles: uno que porta la vara de alcaldesa, otro con la medalla de la ciudad y un tercero con el bastón de San Roque.
En la actualidad son cerca de 600 congregantes los que participan de forma activa en las actividades que se van realizando a lo largo del año, desde actos religiosos enraizados en la cultura callosina como la celebración del Corpus Christi o de la Ofrenda Floral a San Roque, hasta colaboración con campañas solidarias de la parroquia o de entidades como Cáritas. En este centenario se ha nombrado a dos congregantes de honor, que son Antonio Estañ y Antonio Marco, de 84 y 86 años, para agradecer que llevan toda una vida trabajando con la Congregación.
