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Orihuela

El volumen de lixiviados desborda el cálculo del Consell, que ha extraído 115.000 litros

Medio Ambiente constata que aún quedan charcas expandidas por La Murada tras cinco días retirando fluidos que proceden de la basura

Una imagen del comienzo de los trabajos de retirada de lixiviados en una finca del campo de La Murada. tony sevilla

El plan de trabajo impulsado por la Generalitat Valenciana para extraer los lixiviados que se acumulan en múltiples charcas de la pedanía oriolana de La Murada ha desbordado todas las previsiones. Si en un principio se pensó que en un par de días se podría retirar el líquido contaminante que procede de la descomposición de la basura, ahora, tras cinco días de faena sobre el terreno, se ha constatado que la envergadura del problema es mucho mayor y hará falta alargar el proyecto para seguir vaciando las charcas que concentran de este residuo líquido. En total han sido más de 115.000 litros los que se han retirado hasta el momento.

Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente trasladaron ayer que la actividad quedará interrumpida hasta el próximo miércoles, cuando técnicos del Consell se volverán a personar en la zona para estudiar cómo han evolucionado las zanjas que contienen estos fluidos de color oscuro y de olor penetrante. De igual forma, la empresa contratada para ejecutar esta labor seguirá trabajando y se espera que en unos días adicionales de trabajo se pueda extraer la totalidad de los lixiviados. No obstante desde la Generalitat no pueden garantizar que en un tiempo indeterminado esas fosas vuelvan a estar rebosantes de estos fluidos. La inspección técnica constató que los lixiviados proceden de los vasos de vertido de la planta de basuras de Proambiente, que probablemente están mal sellados y se producen filtraciones, pero también de los cientos de miles de toneladas de basura que se encuentran enterradas de forma ilegal en fincas agrícolas del campo de La Murada. Ese descontrol en la acumulación de basura sin tratar sobre un terreno permeable es precisamente lo que impide garantizar que los lixiviados no vuelvan a aparecer. Se ha comprobado que cuando llueve o cuando se riegan los campos de cultivo que hay alrededor aumenta el volumen de líquido putrefacto en determinados puntos de la superficie de La Murada debido a que el agua arrastra consigo esta sustancia tóxica y la expande, concentrándola en los lugares en los que depresiones del terreno.

Núcleos habitados

Aun así, desde la Conselleria de Medio Ambiente aseguran que están dispuestos a seguir trabajando en la retirada de lixiviados principalmente por una razón, y es que si se registran lluvias torrenciales, las charcas que están rebosantes de líquido acabarán desparramándose por la superficie, y eso es algo que se quiere evitar teniendo en cuenta que existen núcleos de población a tan sólo cuatro kilómetros de algunos de ellas.

Los líquidos retirados esta semana han sido trasladados a la estación depuradora de agua de Crevillent tras comprobar que su composición lo convierte en un residuo contaminante pero no tóxico, por lo que se puede depurar mediante procesos químicos. En este sentido, el lunes pasado se realizó la primera extracción de 8.000 litros de lixiviados y, viendo que todavía quedaban muchos miles de litros más, martes se decidió realizar adecuaciones sobre el terreno mediante una pala excavadora con el fin de reducir distancia de succión y optimizar del servicio. Así, entre el martes y el viernes se retiraron los 107.000 litros restantes de lixiviados.

«En 10 años de vertidos incontrolados no se había hecho nada al respecto», subrayó ayer el secretario autonómico de Medio Ambiente, Julià Álvaro. «Ha tenido que cambiar el gobierno para que nos empecemos a tomar esto en serio, pero lo cierto es que el alcance de la contaminación supera nuestras expectativas y debemos evaluar la situación para definir cómo se aborda en el futuro un problema teniendo en cuenta que se paga con dinero de todos los valencianos y valencianas». Así, concluyó que «hemos de pasar de las medidas de urgencia, como ésta, a soluciones a más largo plazo que puedan ser definitivas».

Por el momento la Generalitat está haciendo frente al pago de las facturas por la realización de estos trabajos pero piensa reclamar su coste en los juzgados tanto a la empresa Proambiente, que ha gestionado el veredero emplazado entre Murcia y Alicante y que tiene un proceso judicial abierto por enterrar basura donde no estaba permitido, así como a los dueños de las parcelas rústicas donde se enterraba la basura sin tratar.

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