Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Orihuela

El Ayuntamiento se enfrenta a un goteo de recursos para recuperar productividades

Cien funcionarios llevan 11 meses reclamando que se les reconozca la dedicación extra que siguen realizando y dejaron de cobrar en diciembre

El Ayuntamiento se enfrenta a un goteo de recursos para recuperar productividades

Una funcionaria del área de Urbanismo del Ayuntamiento de Orihuela ha sido la primera en dar un paso al frente -la presentación de una demanda- para recuperar la productividad que dejó de percibir en diciembre de 2014. Su recurso a los tribunales tiene una justificación fácil de entender: desde entonces ha estado asumiendo la misma carga de trabajo que motivaba la mejora de sueldo. En estos momentos hay hasta un centenar de trabajadores públicos que se encuentran en la misma situación: dejaron de percibir en diciembre de 2014 las cuantías extras de su nómina a raíz de un informe de Intervención que impidió la renovación del pago de esos emolumentos aunque siguieran realizando la misma labor. En cambio, hay otros 30 trabajadores que se salvaron de la quema porque para ellos la productividad que percibían no tenía fecha de caducidad.

El diario constató ayer con afectados y representantes de los trabajadores que más demandas se van a ir produciendo «animadas» por este primer caso. De hecho, el Ayuntamiento anunció el martes tras la junta de gobierno que había designado a un letrado para que lo represente en este procedimiento. Fuentes del equipo de gobierno no harán nada para dar una solución a este problema con el que se han encontrado más que esperar a ver qué es lo que les dice el juzgado.

Las mismas fuentes sindicales admitieron que habrá un goteo de nuevas demandas porque los trabajadores no sólo están cansados de trabajar y no cobrar, asumiendo además en muchos casos una responsabilidad administrativa superior, sino por el hecho -y dicen que esto ha sido la gota que ha colmado el vaso- de que el alcalde, Emilio Bascuñana (PP), haya vuelto a dar una productividad por sorpresa a un funcionario, en este caso de 2.700 euros por un trabajo en la Alcaldía de tres meses, con carácter retroactivo, y a percibir por septiembre, octubre y noviembre.

El beneficiario está adscrito a la Alcaldía desde hace tres meses y, curiosamente, fue durante años un ejemplo más de los muchos que tiene el Ayuntamiento: era un funcionario que había ocupado un cargo de superior cualificación (hasta que el PSOE en 2014 lo devolvió a su antiguo puesto tras 19 años de servicio en Tesorería) porque esa plaza estaba vacantes o ni convocada o, como era su caso, el titular estaba en excedencia. El alcalde lo ha rescatado y le ha vuelto a dar sobresueldo. Algunas fuentes aseguran que el más alto de todos los que hay.

Relación Puestos de Trabajo

Que hasta 130 funcionarios cobraban con puntualidad su productividad hasta diciembre -uno de cada seis empleados- sólo se entiende si se tiene en cuenta que el municipio carece de una Relación de Puestos de Trabajo, una norma de obligado cumplimiento que desde hace dos décadas debería definir las necesidades de personal, sueldos y dedicación de cada uno de los más de 700 trabajadores del Ayuntamiento, aunque la realidad es que dos terceras partes son interinos. Todo ello sólo hace que complicar, aún más si cabe, el difícil sudoku que supone que la maquinaria municipal funcione con una parte de la plantilla sin cualificar, pagada por debajo de su labor o procedente de la bolsa de trabajo y sin seguridad en su futuro.

El informe que dejó sin sobresueldo a los trabajadores se firmó por el interventor Fernando Urruticoechea, quien venía a incidir en una realidad material que se encontró a su llegada en abril de 2014 al Ayuntamiento: el concepto de productividad se estaba utilizando de una forma irregular para encubrir lo que, en su opinión, debería ser un complemento más del sueldo de cada trabajador porque venían desempeñándolos, en algunos casos, desde hacía años.

Informe

En diciembre, cuando aquel centenar de productividades venció y tenían que ser renovadas por otro año, realizó un demoledor informe y se opuso. Entonces el equipo de gobierno (PSOE y Los Verdes) claudicó y los dejó sin cobrar. Otros 33 funcionarios se salvaron porque sus productividades -y esto a juicio del interventor es aún más insólito- no tienen fecha de caducidad y eso lo entiende mucho menos porque para que un euro salga de la administración debe estar plenamente justificado su destino, y dar por hecho que alguien lo pueda cobrar de forma indefinida quebraba el concepto mismo de productividad. Urruticoechea ha puesto reparos, mes a mes desde su llegada al Ayuntamiento, al pago de todas las productividades que el alcalde de turno ha ido levantando con contra informes que, evidentemente, no han sido la solución sino alargar el problema y quién sabe por cuánto tiempo más.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats