El juzgado de Instrucción 1 de Orihuela, en funciones de guardia, ordenó ayer el ingreso en prisión de una pareja, cuya identidad no ha sido facilitada, por un supuesto caso de malos tratos a su bebé, de 45 días de vida, que fue ingresado el lunes por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en el Hospital Vega Baja, donde se comprobó que tenía un fémur roto en una lesión de, al menos, treinta días y que es incompatible con cualquier tipo de accidente doméstico, según los datos recabados por INFORMACIÓN.

Los hechos ocurrieron el lunes por la mañana cuando una extranjera, que se encontraba en las inmediaciones del recinto de Los Huertos, que excepto los martes, cuando hay mercado, funciona como un aparcamiento público gratuito, observó a un padre que cambiaba el pañal a su bebé cómo le golpeaba. La mujer le increpó por lo que estaba haciendo y a punto estuvo de ser ella agredida, según las actuaciones judiciales. Mientras que daba aviso a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la pareja se marchó en el vehículo. Al llegar los agentes al lugar sólo tenían a una ciudadana extranjera que quería denunciar los hechos. En ese momento comenzó una investigación que permitió citar para su declaración a los padres, un español y una sudamericana que tienen otro niño en común. Los progenitores acudieron a dependencias policiales sin la pequeña, a la que habían dejado con otro familiar por lo cual los agentes procedieron a desplazarse al domicilio de éste donde, tras notificar lo ocurrido a la Fiscalía del Menor y a la Conselleria de Bienestar Social, procedieron a su traslado al Hospital Vega Baja para examinarla.

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Según los hechos que investiga el juzgado, los informes facultativos indicaban que la pequeña presentaba un fémur roto, una lesión de al menos 30 días por su estado, que era imposible que se hubiera realizado sin la intervención de terceras personas. Igualmente presentaba síntomas de haber sido sometida a lo que se conoce como el síndrome del bebé sacudido, compatible con algún edema cerebral que presentaba. Al forense también se le informó de estos hechos para recabar su informe.

Las pruebas forenses y médicas han sido determinantes para que los padres, que ayer fueron trasladados al juzgado de Orihuela a prestar declaración, acabaran en prisión a petición del Ministerio Fiscal; mientras, la pequeña continúa en el Hospital y de ella se ha hecho cargo la Conselleria de Bienestar Social que asume la guarda y custodia hasta que se instruya un expediente que puede afectar al segundo niño de la pareja. Ahora las investigaciones tratan de esclarecer si también ha podido sufrir malos tratos. Todo ello se encuentra bajo secreto judicial.