Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Consell asumirá el control de la basura de la comarca con una empresa pública

Torrevieja y Orihuela, los dos municipios con más desechos, rechazan acoger la planta de transferencia que tratará 247.000 toneladas al año

Una vecina de una pedanía de Orihuela cruzando junto a un contenedor en una imagen de archivo. tony sevilla

La Generalitat gestionará con una empresa pública, Vaersa, los residuos de la Vega Baja para tratar de poner en marcha una solución transitoria con la máxima transparencia posible hasta que se pueda desarrollar el nuevo Plan Zonal. Esa solución agilizaría por un lado el proceso para habilitar la planta dado que al tratarse de una empresa pública de la Generalitat se podría adjudicar el servicio de forma directa y de manera urgente. Además, gestionando de forma pública este servicio se busca disipar la sombra de la corrupción en este proceso teniendo en cuenta que la anterior adjudicación del Plan Zonal sigue siendo investigada en los tribunales por supuesto amaño. Es una pieza del caso Brugal. Según la Generalitat, Vaersa gestiona plantas de transferencia en Benidorm, Alcoi y Dénia, por lo que tendría experiencia y capacidad para asumir también la de esta comarca.

El problema es dónde hacerlo. Miembros del futuro Consorcio de Residuos de la Vega, que se constituirá a mediados de octubre, han iniciado la búsqueda de una nave industrial cerrada, con una superficie de 4.000 metros cuadrados, para instalar la planta de transferencia de basuras que precisa la comarca para reducir el coste que supone derivar cada día los desechos a Elche, Villena o Xixona. Hasta ayer ningún Ayuntamiento había dado un paso al frente ofreciendo espacio disponible en un polígono industrial; es más, algunos directamente lo rechazaron. Fueron los casos de Orihuela y Torrevieja, los dos más grandes y que generan más desechos. Alcaldes de otros municipios más pequeños rechazaron igualmente la propuesta alegando que no disponen de lugares adecuados y conscientes del enorme rechazo social que supone una infraestructura de esas características, teniendo en cuenta que se generan 247.000 toneladas de basura anuales.

Costes

Tras el cierre de la planta de Abornasa, en Crevillent, habilitar una planta de transferencia es la única solución para frenar el sobrecoste que los ayuntamientos están pagando ya por llevar sus desechos a puntos de vertido que en algunos casos se encuentran a una distancia de hasta 120 kilómetros, un recorrido que tiene que hacer cada uno de los camiones para abocar los desechos. Esa planta para transferir permitiría concentrar cada día los desperdicios para transportarlos después a las plantas autorizadas en camiones de gran tonelaje, reduciendo el gasto en kilometraje y el impacto ambiental.

La concejala de Aseo Urbano de Orihuela, Noelia Grao, precisamente se refirió ayer a esta situación y aseguró que cada día el transporte de la basura le cuesta al municipio un sobrecoste de entre 1.800 y 2.000 euros porque los horarios de los trabajadores, los consumos de combustible y el desgaste del material se ha multiplicado. Grao manifestó que «nos confirmaron que tenemos que llevar la basura a Jijona tras el cierre de la planta de Crevillente» y, ante esta situación de sobrecostes, exigió a los responsables autonómicos «una solución rápida porque esta cuestión está afectando a toda la comarca», al tiempo que reclamó que todos los municipios paguen lo mismo por tratamiento y eliminación, ya que los criterios no están unificados. De hecho, a Orihuela le cuesta 52 euros la tonelada en Xixona, mientras que si los llevara, por ejemplo, a San Pedro del Pinatar, en Murcia, donde acude Pilar de la Horadada, el precio sería de 37 euros por tonelada.

Noelia Grao instó al PSOE a que «asuma responsabilidades» ya que tendrá la mayoría de votos en el Consorcio. De hecho, son los socialistas los que se han puesto ya manos a la obra para buscar ese espacio en el que ubicar la planta, aunque fuentes de ese partido señalaron que la Generalitat, a través de Vaersa, también ha iniciado una búsqueda de naves industriales para este fin.

Transparencia

Aunque el pleno de constitución del Consorcio de Residuos de la Vega Baja no se celebrará hasta el día 13 de octubre, y sólo a partir de entonces se podrán empezar a tomar decisiones, la pretensión de los integrantes de ese organismo -Generalitat, Consell y los 27 municipios de la comarca- es que antes de ese día ya se sepa dónde se puede habilitar la planta. Y es que cada día que pasa, supone un incremento de costes por la eliminación de la basura.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats