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El obispo Murgui condena la «profanación» de la iglesia de Bigastro tras el robo

La Hermandad de la Virgen del Belén tuvo que recuperar ayer la antigua corona de la Patrona para la procesión en su día grande

Aún con la sorpresa y la indignación en el cuerpo tras el robo de la corona de la patrona de Bigastro, la Virgen del Belén, y el destrozo de la iglesia en la madrugada del pasado sábado, medio millar de personas asistieron ayer a la misma en su honor, oficiada por el obispo de la Diócesis Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, quien condenó durante el acto la «profanación« del templo para robar una pieza que había sido bendecida e instaurada la semana anterior, para conmemorar 300 años de devoción de Bigastro a su patrona.

«Señor, queremos pedirte perdón por las ofensas recibidas en este templo parroquial (...) las blasfemias, sacrilegios y profanación contra el nombre de dios», apuntó Murgui antes de iniciar la misa en honor a la Virgen del Belén. A esta condena por los actos ocurridos en la madrugada del sábado, se sumaron otras parroquias durante la misa del ayer, como la de Callosa de Segura.

Aun así, la cita trascurrió con normalidad y reunió a cerca de 500 personas, con la única salvedad de que la imagen de la Virgen no pudo estrenar por las calles de la localidad la nueva corona que su Hermandad había realizado para conmemorar sus 300 años de devoción, una pieza bañada en oro y valorada en cerca de 3.000 euros. A la cita acudieron autoridades del municipio y representantes de la Hermandad de San Cristóbal.

La investigación para encontrar a los ladrones continúa en marcha, sin que ayer se hubiese producido ningún avance en la misma.

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