En Bigastro no se habla de otra cosa. La indignación de los vecinos tras el robo en la madrugada del sábado de la nueva corona de la Virgen del Belén y que no pudo estrenar en la procesión de su 300 aniversario el domingo, continúa siendo el centro de las conversaciones, más aún cuando ayer comenzó a circular por las redes sociales imágenes del destrozo de la iglesia. Mientras, los residentes esperan que la investigación policial resuelva la identidad de los vándalos y, sobre todo, devuelva la corona a su legítima propietaria: la Patrona.

«Si lo que buscaban con este ataque a la Iglesia (además del robo se produjeron numerosos destrozos», es deslucir la fiesta religiosa, han conseguido todo lo contrario, porque Bigastro se une ante las desavenencias y la procesión del domingo fue respaldada por muchísimos bigastrenses», apuntó ayer la alcaldesa de la localidad, Teresa Belmonte (PP).

Pistas

La Guardia Civil de Jacarilla, que ha asumido la investigación, y «aunque se tienen pistas y miembros de la Hermandad facilitaron pruebas y fotografías del objeto robado a las autoridades (alguna de ellas reproducidas en las páginas de INFORMACIÓN), aún no sabemos nada pero esperamos poder dar pronto la noticia de que la corona vuelve a su sitio. El objeto, valorado en 3.000 euros, tiene más valor simbólico que dinerario, pues fue confeccionado para honrar 300 años de devoción.