Ni una semana le ha durado a la Virgen del Belén la nueva corona que sus fieles, los miembros de la hermandad que lleva su nombre, le habían regalado con ayuda de los vecinos de la localidad a la Patrona del municipio. Unos vándalos asaltaron la iglesia de la localidad en la madrugada del sábado sustrayendo la pieza y realizado numerosos destrozos en el mobiliario, arrancando crucifijos, rompiendo el sagrario donde el cura guarda el cáliz para sus misas o esparciendo inciensos y cirios por todo el tempo.

Los hechos se produjeron apenas 24 horas antes del día grande de la Patrona, pues durante la mañana de hoy se celebrará una misa oficiada por el obispo de la Diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, para conmemorar los 300 años de devoción a la virgen del Belén, motivo también por el que la hermandad había decidido renovar su corona, valorada en unos 3.000 euros. Una cantidad no muy elevada que, si se añade el hecho de los destrozos en la iglesia, lleva a pensar que «se trata de un ataque contra la Iglesia en sí, y no un robo por dinero, pues es una pieza bañada en oro, no es un oro macizo que se pueda fundir y sacar dinero», señalaron ayer a este diario fuentes cercanas a la parroquia.

El desánimo entre los fieles fue mayúsculo al conocer la noticia, que se extendió como la pólvora por la localidad, ya que era la pieza estrella de la procesión que tendrá lugar hoy tras la misa. Desde la Hermandad, optaron ayer por recuperar la antigua corona que hasta la pasada semana había lucido la virgen para la procesión de hoy.

Mientras tanto, la Guardia Civil se hizo cargo ayer de la investigación para encontrar a los ladrones. Equipos de la Policía Científica tomaron huellas del altar y otros puntos de la iglesia para tratar de identificar a los vándalos.

Según ha podido conocer este diario, los ladrones pudieron entrar por la puerta principal, y una vez dentro, treparon por el altar para acceder al altar mayor, donde se encuentra una escalera por la que pudieron entrar al espacio donde se halla la virgen, custodiada por una puerta que no fue forzada. En cuanto a los destrozos, de menos envergadura, fueron subsanados durante la mañana de ayer por el propio párroco.