El equipo de gobierno de Callosa de Segura, formado por PSOE, IU y Somos, anunció ayer que llevará al Tribunal de Cuentas el balance económico de 2014 realizado por el PP de Javier Pérez al considerar que se omitió una deuda cercana a los 2,7 millones de euros para maquillar los números, por lo que no se refleja el resultado económico real.

Esta decisión fue adoptada tras el pleno celebrado el pasado jueves en el que el tripartito acordó no aprobar esa cuenta general, que omite que se le deben 1,7 millones a Aqualia por el Centro Deportivo y casi otro millón más a la mercantil FCC como resultado de una sentencia firme.

Según especificaron ayer el alcalde, Fran Maciá, y el edil de Hacienda, Rubén Manresa, los datos de la cuenta elaborada por el PP son de por sí muy negativos e indican que el municipio tiene un índice de endeudamiento del 140%, cuando no debería rebasar el 75%. Además, revelan que 21 euros de cada 100 que recauda el Ayuntamiento se tienen que destinar al pago de préstamos bancarios y que el periodo medio de pago a proveedores, que debería de ser de un máximo de 30 días, rebasa los 135 días.