La ONCE explicó ayer que sus 70 trabajadores de Torrevieja y los 136 afiliados que reciben servicios asistenciales estarán plenamente atendidos, tras la decisión del cierre de su sede -un céntrico local de Caballero de Rodas-. El sindicato CGT cuestionó en un comunicado la decisión. La directora provincial de la ONCE, Estela Medina, explicó que el cierre no implica ni recorte de puestos de trabajo ni asistenciales. Los distribuidores hace tiempo que trabajan a través de sistemas on line y la asistencia a afiliados es domiciliaria. La clausura forma parte de un plan de reestructuración que ahorra costes de unas sedes que han reducido mucho su actividad por el uso de las nuevas tecnologías y que permite emplear recursos en asistencia social a sus afiliados discapacitados.