Luis María Pizana, exdelegado de Turismo de Torrevieja, descartó en dos reuniones de preparación del programa electoral del PP que la ciudad fuera escala de un crucero. Pizana argumentó, ante la petición en dos reuniones de un destacado empresario hostelero local y militante, que la organización de escalas había generado pérdidas a administraciones como Benidorm o la Diputación y que la mayor parte de los cruceristas habían escogido no desembarcar. «La inversión sería muy grande», alegó en la primera reunión de la «comisión de Turismo» para elaborar el programa electoral el 8 de octubre de 2014.

En el siguiente encuentro, el 22 de octubre, Pizana va más allá ante la misma solicitud: «Benidorm ha hecho una gran inversión y no les está compensando, entre otros gastos, el Ayuntamiento está pagando a la compañía que acerca en barco a los cruceristas al puerto, y de 500 personas que llegan solo están bajando unas 200».

Ya casi en precampaña electoral, a finales de marzo pasado, Pizana y el entonces alcalde Eduardo Dolón anunciaron que por primera vez en la historia Torrevieja sería escala de una nave de estas características. Aunque ambos dejaron claro que en el caso de la ciudad habían logrado que no costara ni un euro a las arcas municipales.

Las actas de esas reuniones a las que ha tenido acceso INFORMACIÓN indican la fecha de comienzo y finalización de los encuentros, el lugar escogido para el encuentro -que no era la sede del Partido Popular- y cada una de las intervenciones de la docena de militantes que acudía a la convocatoria, entre ellos empresarios, profesores y comerciantes de Torrevieja.