La protectora de animales Abadal de Almoradí ha restacado a un perro que se encontraba en el interior de una acequia. El can fue avistado por una vecina que paseaba por la zona y fueron voluntarios de la asociación animalista los que acudieron para intentar sacarlo. Cuando consiguieron izarlo se llevaron una desagradable sorpresa: el perro tenía las patas atadas con cuerdas, por lo que todo apunta a que alguien lo arrojó al canal para acabar con su vida. Los hechos han sido puestos en conocimiento de la Concejalía de Protección Animal de Almoradí.

El avistamiento y posterior rescate del can sucedió hace cinco días en una zona de huerta de Almoradí por la que pasa la conocida como acequia Mayayo. Al parecer, el perro fue arrojado al canal y consiguió refugiarse en una de las canalizaciones laterales. En el momento en que fue encontrado intentaba nadar para salvar su vida pero no podía debido a que tenía las patas atadas.

El can fue trasladado a un hospital veterinario en el que ha permanecido cuatro días en los que se le han realizado numerosas pruebas. Aunque los primeros resultados han sido positivos, el perro se encuentra todavía muy asustado y todavía no ha sido trasladado a las instalaciones de la protectora, por lo que permanece en casa de una de las voluntarias.

Este can, que de alguna forma ha vuelto a nacer, ha sido bautizado con el nombre de Kiwi y ahora la Protectora Abadal intentará buscarle una familia para que lo adopte y lo trate con el cariño que se merece. El colectivo animalista hacen un llamamiento igualmente para recabar cualquier información que ayude a buscar al responsable de esta deplorable acción.