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Torrevieja

El cadáver que fue hallado en un aseo precintado no tenía signos de violencia

El cuerpo fue descubierto en julio en avanzado estado de descomposición a raíz de morir su hija

El cadáver que fue hallado en un aseo precintado no tenía signos de violencia loino

La autopsia practicada al cadáver del hombre que fue hallado oculto en el cuarto de baño de la vivienda que compartía con su hija en Torrevieja ha revelado que el varón, un finlandés nacido en 1936, habría fallecido por causas naturales y no presentaba signos de violencia, según trasladaron a Efe fuentes próximas al caso. El cuerpo, que se encontró en el aseo tras una puerta precintada y sellada con silicona, vendría a reforzar la tesis que se baraja en la investigación de que su hija, de 51 años, habría escondido el cuerpo para poder seguir viviendo con el dinero de su progenitor, dado que en el momento de la muerte de la hija, también por causas naturales cuando se encontraba en una tienda, ésta llevaba consigo dos tarjetas de crédito de su padre.

Conocer las circunstancias en las que se encontró el cuerpo del vecino que residía en la quinta planta ha causado estupor entre parte de la comunidad de propietarios. La muerte de L.E.B. había pasado hasta ahora desapercibida en el edificio emplazado en la calle Ramón y Cajal. Al parecer, nadie reparó en su ausencia al tratarse de un hombre extranjero que, como muchos otros, viajan con cierta frecuencia a sus países de origen para visitar a familiares y amigos. Sólo algunos residentes se enteraron de que había muerto cuando el uno de agosto la comisión judicial autorizó el levantamiento de su cadáver. Lo que nadie supo es que, al parecer, no había muerto ese día, dado que su cuerpo estaba oculto en el cuarto de baño.

El inmueble en el que sucedieron los hechos está emplazado en una de las calles más céntricas de la zona turística de Torrevieja, a espaldas del Paseo Marítimo Juan Aparicio, con numerosos comercios, bares y restaurantes. En el edificio residen muchas familias de veraneantes que sólo acuden a Torrevieja algunas semanas al año para disfrutar de sus vacaciones. Es por ello que muchos de los que pasan por este inmueble no se conocen demasiado.

Uno de los vecinos que ayer estaba en el edificio señaló que no sabía nada de lo ocurrido debido a que el piso es de su hermano y se encontraba allí pasando unos días por vacaciones. Otro de los residentes en el edificio contiguo dijo que sí sabía que un vecino había fallecido porque presenció el dispositivo habilitado para el levantamiento del cadáver, pero no fue hasta ayer cuando a través de este diario conoció en qué circunstancias se había encontrado el cuerpo. Un tercero trasladó que sí sabía quién era el finlandés, pero dijo desconocer cuándo lo vio por última vez. No lo había echado de menos al pensar que quizá podía estar de viaje en su país de origen.

Sólo la investigación del juzgado arrojará luz a este caso que se destapó casualmente cuando una finlandesa de 51 años falleció por causas naturales mientras se encontraba en una tienda de ropa de Torrevieja. Entre sus pertenencias se hallaron unas llaves con una dirección que llevó a la Guardia Civil a su casa, y fue allí donde se encontró el segundo cadáver en avanzado estado de descomposición, oculto en el baño, y que resultó ser de su propio padre.

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