El alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana (PP), escuchó de primera mano ayer en la costa las quejas de sus vecinos a los tres grandes problemas del verano: botellón, infraestructuras y limpieza. Y lo hizo junto a las concejalas de Playas, Sofía Álvarez, y de Limpieza, Noelia Grao. Al encuentro con la Federación de Asociaciones de Orihuela Costa no acudió, en cambio, Luisa Boné, la concejala que según el acuerdo de gobernabilidad PP-Ciudadanos trabajaría en la coordinación del litoral.

El alcalde, según un comunicado municipal, recordó a los vecinos que este equipo de gobierno lleva solo dos meses y «con limitaciones» pero que «hemos conseguido mejorar mucho la costa oriolana en relación al incremento de los servicios de limpieza, transporte urbano, calidad y mantenimiento de playas, e incluso con la ampliación del horario de la Oficina de Turismo».

Bascuñana, como ya hiciera el lunes el portavoz de Ciudadanos, Juan Ignacio López-Bas, destacó que ya se está trabajando en la elaboración de una ordenanza que regule la celebración de eventos de gran afluencia y, en relación a los dos macrobotellones del verano, ambos autorizados por la Generalitat y el Ayuntamiento, dijo que «a sus organizadores intentaremos reclamar el coste que ha supuesto reforzar los recursos municipales empleados, como limpieza, seguridad o infraestructuras, y que estamos contabilizando en este momento», indicó el primer edil. El alcalde impulsará este invierno, dijo, fórmulas para evitar que en el verano de 2016 se repitan estos problemas.