La presidente del PPCV, Isabel Bonig, preguntó ayer al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, si va a permitir al presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page, que «interfiera en los intereses de las Comunitat» o «va a ejercer de presidente de todos los valencianos y va a plantar cara a los desplantes» de la manchega.
Bonig se expresó en estos términos en un comunicado después de que el portavoz de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, dijera que la cabecera del Tajo se encuentra en situación crítica, por debajo de los 400 hectómetros cúbicos, y, por lo tanto, «cualquier trasvase, a día de hoy, es ilegal». Para Bonig, estas declaraciones «son inaceptables y, por encima de todo, falsas. Puig y su Consell no deberían tolerarlas». Asimismo, lamentó que «como los valencianos tenemos un gobierno cerrado por vacaciones a estas horas nadie del Consell ha plantado cara a García-Page».
La presidenta del PPCV destacó: «Esta actitud no nos sorprende porque en los menos de dos meses que llevan al frente del gobierno en la Comunitat se han caracterizado por querer incumplir la legalidad vigente, primero fue la Lomce, luego el déficit marcado y, ahora, otros se quieren saltar la ley para secar a la Comunitat».
Mientras, en Murcia, el consejero de Desarrollo, Juan Hernández, decía que «necesitamos agua, por lo que es fundamental el trasvase Tajo-Segura y los recursos hídricos, además de que en otras cuencas sobra». Hernández hizo un llamamiento al «consenso, a la tranquilidad y a la racionalidad, y que se garantice la igualdad de todos los ciudadanos incluidos los murcianos». A su juicio, «lo que no se puede hacer es que cada vez que llegan determinados gobiernos y toman determinadas responsabilidades al frente de otros gobiernos regionales se genere esta incertidumbre y abra una batalla política donde realmente tiene que haber consenso e igualdad de oportunidades».
