Como si de un entrenamiento militar se tratara, los cerca de 400 corredores que se dieron cita ayer en la «Hard Running» que acogió el paraje de la Pilarica en Benejúzar, tuvieron que superar alambradas, piscinas de barro, hielo, circuitos de anillas y cuerdas e incluso grandes neumáticos. Cualquier objeto fue válido para ponerle las cosas difíciles a estos participantes que compitieron por alzarse con el primer puesto.

Se trata de la segunda fase de esta carrera tras haberse realizado otra competición de Hard Running en Madrillejos (Toledo). Además, está previsto que se realice una tercera edición en Paracuellos, donde la organización espera reunir a otras 2.000 personas.

Por tanto, los asistentes tendrán que esperar a estas pruebas para decidir quien se lleva la Hard Running de oro, la medalla acreditativa de la prueba.

Numerosos asistentes acudieron a ver las espectaculares pruebas que tuvieron que superar durante cerca de una hora y media.

Más tarde tuvo lugar una prueba más «light» para los más pequeños.