La Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Murcia (TSJ) ha desestimado el recurso interpuesto por Proambiente, la empresa encargada de la gestión de la planta de basuras y vertedero de Abanilla (Murcia)-La Murada (Orihuela), contra la orden del Gobierno regional que obligó a la mercantil al cierre del vertedero por un periodo de 30 años y daba a la empresa un plazo de tres meses para presentar el proyecto de sellado.

En concreto, el fallo del TSJ desestima el recurso que la mercantil vinculada hasta hace unos meses al empresario oriolano Ángel Fenoll interpuso contra la orden de la Consejería de Presidencia murciana de febrero de 2012, que desestimaba el recurso de alzada formulado contra la resolución de la dirección general de Medio Ambiente de septiembre de 2011, y contra la orden de la Consejería de Presidencia de diciembre de 2011. De esta manera, se pone punto y final a una batalla judicial que ha llevado a cabo Proambiente para que esta actividad de la planta de basuras que dirige, entre Orihuela y Abanilla, pudiera abrir.

Una década

Sin embargo, la Justicia da la razón ahora al Gobierno regional, quien, tras una década desoyendo las denuncias sobre estas instalaciones por parte de colectivos ecologistas y los vecinos de Abanilla (Murcia) y La Murada (Orihuela), tras el estallido del caso Brugal, sí decidió en 2010 tramitar una de Ecologistas en Acción en la que se decía que el vertedero ocupa de forma totalmente irregular y sin autorización alguna 37 hectáreas del Lugar de Interés Comunitario protegido de la Sierra de Abanilla. Los funcionarios realizaron media docena de visitas a las instalaciones entre enero y mayo de ese año.

El informe documenta el vertido de miles de toneladas en vasos y suelos no autorizados, incluso sobre el 1 y 2, - parte de ellos ubicados en suelo oriolano que estaban ya sellados-, entre otras muchas deficiencias que Proambiente recurrió, aunque sin tener margen para hacerlo como dispone la legislación.

Actualmente, la empresa continúa activa con otras actividades ligadas a la gestión de residuos, sin enterrar basura, como es de la planta de reciclaje y selección de residuos procedentes de algunos municipios murcianos o la planta de biogás, que aprovecha las emisiones de metano de los vasos de vertido sellados.

Terrenos

En 2012, la mercantil, que ayer no se pronunció públicamente sobre esta resolución, intentó frenar la orden de la Dirección General de Medio Ambiente con un recurso de alzada, que finalmente rechazó la Comunidad.

En aquel momento la empresa pedía que el vaso 3 del vertedero pudiera recibir más residuos. Presidencia advirtió de que «la medida de suspensión de actividades es la adecuada a los graves incumplimientos de la normativa ambiental» y que «en modo alguno, el vaso 3 cuenta con las preceptivas autorizaciones y evaluaciones».

La orden rechazaba que la actividad del vaso fuera «plenamente conforme con el Plan General de Ordenación Urbana de Abanilla», ya que, según un informe, «los terrenos tienen una superposición de calificaciones, donde prevalece la categoría de protección de hábitats naturales de interés comunitario».