No habrá posibilidad alguna de integrar a la Asociación Cultural Moros Beduinos en la Reconquista. Así de tajante se manifestó ayer el presidente de la Junta Central, Antonio Manuel García, tras la votación del domingo y en la que los socios rechazaron por el 76% de los votos ampliar las comparsas, lo que cierra la puerta a que se sume este colectivo, reconvertido en asociación cultural hace seis años tras una escisión de la comparsa del mismo nombre.
«La modificación del artículo 23 de los estatutos (lo que se votó el domingo) era la última baza que me quedaba para solucionar el conflicto, pero los festeros han hablado y han dado su negativa», aseguró García a INFORMACIÓN. El presidente, añadía que «ha habido voluntad entre las dos partes (Junta Central de Moros y Cristianos y Asociación Cultural Beduinos) para entendernos y llegar a un acuerdo, pero ambos teníamos ciertas líneas rojas que no estábamos dispuestos a sobrepasar». Y es que, según el responsable festero, antes de «quemar este último cartucho se pusieron varias posibilidades sobre la mesa, sin que hubiese acuerdo. La posibilidad de integrarse en el desfile con la comparsa que lleva su nombre, dejando a un lado la enemistad entre los dos bandos, aunque fuese con sus propias filas, estandartes e insignias, «era lo más factible, pero no hubo acuerdo», señala García. Se trataba, dijo, «de una medida provisional, para que este año pudieran desfilar» y ganar tiempo para que «un tribunal de arbitraje resolviese la situación de cara al año que viene, cuando los Beduinos deben realizar la entrada» festera.
Lejos
Por tanto, parece que el conflicto con la Asociación Cultural Moros Beduinos está lejos de acabar, a pesar de que la asociación emitió un comunicado hace poco más de un mes anunciando el fin del conflicto tras un acuerdo con la Junta Central. «Más que un acuerdo, fue un preacuerdo. Integrarlos en la Asociación era la última opción posible, agotadas todas las demás, pero antes debía ser ratificado por la asamblea, pues aunque he puesto toda mi voluntad para solucionar este conflicto desde noviembre, lo que no podía hacer era tomar ninguna decisión al margen de los festeros. Son ellos los que han dicho que no y hay que respetarlo».
El presidente también se mostró ayer sorprendido por la rotundidad de esta negativa, a pesar de que solo votaron 565 de los cerca de 2.500 socios. «Estas cosas movilizan más a quien está en contra», aunque «me sorprendió la participación, en la última modificación de los estatutos apenas votaron 50».
