El Ministerio de Agricultura ha presionado políticamente a las comunidades de regantes y Juzgados de Aguas, directa e indirectamente, para que cedan, con su venta, parte de sus derechos, según el PSOE, lo «que ha producido un rechazo frontal y un malestar generalizado en las asambleas de agricultores». La opinión más extendida entre las gentes de la huerta es que esto no es un hecho puntual, no se trata de dar un vaso de agua para remediar una necesidad, sino una reducción real y continuada de sus derechos, aseguran los socialistas. D. Pamies