Durante años, en la Vega Baja se construyó a mucha velocidad, demasiada, tanto que al cabo de los años se descubren errores de bulto en los que nadie reparó. La Plataforma Anticorrupción Defensa de la Huerta, y en especial su portavoz Moisés Cruz, ha hecho de la búsqueda de errores garrafales su razón de ser. ¿Es normal que un parque infantil construido en una urbanización para turistas británicos esté situado bajo una línea de alta tensión? En la Vega Baja, por desgracia sí.

Y no uno sino hasta ocho son los cables que se observan desde los columpios o toboganes del parque infantil de la urbanización Lo Crispín, situado en el término municipal de Algorfa pero a medio camino entre dos municipios como Torrevieja y Almoradí. Moisés Cruz asegura que las casas se levantaron y vendieron, principalmente, para los turistas ingleses en una segunda línea de playa donde es más barato veranear a cambio de no ver el mar, como mucho, de que llegue la brisa. «Dentro del parque público y a escasos metros del parque infantil se encuentra una torre eléctrica de alta tensión, esta torre a su alrededor se han plantado una serie de pinos para que pase un poco mas desapercibida», asegura el portavoz, que aseguran que las líneas de alta tensión llevan una corriente de entre 30.000 voltios y 66.0000 voltios.

Pero, además, a escasos metros de esta urbanización se encuentra una subestación eléctrica. «La peligrosidad sobre la salud de los niños y resto de ciudadanos está demostrado. Los efectos de las líneas de alta tensión tiene que ver con varios tipos de cáncer», recuerda Cruz, quien siempre encuentra el mismo culpable para estos desaguisados: «El urbanismo insostenible y desmesurado de los últimos años en la comarca de la Vega Baja».