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María José Marcos, arquitecta

«Orihuela necesita conectar sus núcleos urbanos»

La arquitecta oriolana María José Marcos ha sido seleccionada, junto a su estudio, Magicarch, para realizar una de las 25 propuestas de arquitectos internacionales para urbanizar una isla en el centro urbano de Séul, en Corea del Sur

La oriolana, María José Marcos, en la plaza de la Centuria Romana de su ciudad natal. TONY SEVILLA

María José Marcos (1981) estudió Arquitectura en la Universidad de Alicante, donde obtuvo una Matrícula de Honor en su trabajo de fin de carrera en 2008. Nada más licenciarse, montó su propio estudio de arquitectura, Magicarch, que cuenta con otros tres colegiados en su equipo, bajo las órdenes de Marcos. Desde entonces, se han presentado a una gran multitud de certámenes a nivel internacional, ganando algunos de ellos y quedando finalistas en otros tan prestigiosos como el ONE Prize de Nueva York en dos ocasiones, una de ellas este mismo mes de noviembre y otra en el año 2011. Sus últimas metas han sido ganar el premio de un concurso del Colegio de Arquitectos de Barcelona para relevar a Gaudí como el último arquitecto en diseñar un belén, así como conseguir hacerse un hueco entre los 50 proyectos que los ciudadanos votarán para urbanizar una isla en pleno centro de Seúl, en Corea del Sur, donde su estudio también tiene una pequeña sede.

¿Cómo surge la oportunidad de participar en este proyecto a 10.000 kilómetros de su ciudad natal?

Hasta hace dos meses estuve dando clases de arquitectura y realizando otros proyectos. Durante una exposición conocí a los organizadores de este certamen y me pidieron una selección de mis proyectos. Parece que les gustó y me invitaron a realizar una de las 25 propuestas que hemos hecho arquitectos internacionales, que se suman a las otras 25 que han realizado colegiales del país.

Uno de los aspectos que más llaman la atención es la recreación de hasta 1.000 microclimas diferentes. ¿Cómo se consigue esto?

La idea es recrearlos a partir de distintos tipos de vegetación. En Seúl hay una gran multitud de especies autóctonas que cambian sus características dependiendo de la estación del año. Con un material especial, un tipo de plástico, creamos una serie de invernaderos que en combinación con la luz solar, el viento o el flujo de las aguas pueden variar las características del clima. Zonas de sombras con árboles boscosos o la recreación de climas húmedos con nenúfares y otras algas crean el conjunto, que irá cambiando conforme crezcan las plantas.

Arquitectónicamente hablando, cinco años no son nada para un pequeño estudio de cuatro personas. Sin embargo, acumulan varios premios a nivel internacional con proyectos a gran escala...

La verdad es que para el poco tiempo que llevamos hemos trabajado mucho. Más que proyectos a gran escala lo que hemos hecho es hacer pequeñas cosas con un gran número de detalles. Es lo que más me gusta, cuidar cada detalle al máximo. Lo que nos ha permitido ganar varios premios: el concurso de ideas para una «Hamman» autosuficiente y sostenible para Egipto, una instalación en un templo budista en Corea del Sur, con unos hinchables que se activan térmicamente y refrescan el ambiente o un centro musical aprovechando la acústica natural de la montaña donde se insertaba, también en Corea.

Entre tanto proyecto a nivel internacional, ¿hay tiempo para la arquitectura local?

Pues ahora mismo estamos trabajando en un proyecto de dos viviendas unifamiliares en Murcia, que es donde tengo el estudio. La novedad consiste en baños equipados en una sola pieza de piedra, de forma que en una sola pieza están todos los sanitarios, ducha y lavabo para favorecer su instalación.

Y si tuviera que realizar un proyecto en Orihuela, ¿cuál sería?, ¿cuáles cree que son las necesidades de la ciudad?

Uno de los problemas fundamentales es que a pesar de la gran población del municipio, los núcleos urbanos están muy repartidos y mal conectados entre sí, sobre todo la zona de la costa, por lo que lo que propondría sería una infraestructura para conectar esos territorios, y un lugar que sirva de centro de reunión y que la gente no tenga que tener la necesidad de salir fuera para realizar sus compras o de ocio.

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