Una brigada de la Conselleria de Medio Ambiente, a la cual se sumará la próxima semana una empresa contratada por el Ayuntamiento de Redován para este cometido, ha comenzado la tala de los 800 pinos afectados por la plaga del «tomicus destruens» como la única solución para evitar su extensión por los 1.200 ejemplares que aún quedan sanos. El alcalde, Emilio Fernández (PP), confirmó ayer la colaboración a tres bandas (también suma la Diputación) para poner freno a la expansión del insecto que ha sido declarado plaga plaga en un centenar de municipios de la Comunidad Valenciana entre los que se encuentran Orihuela, Benejúzar y Albatera, en la Vega Baja; y Elche, Crevillent, Alicante y Xixona, en la provincia.
70 años
Los técnicos forestales de la Diputación de Alicante han cifrado en 160.000 euros el plan de choque que necesita la Sierra de Redován para atajar la plaga que sólo en Redován ha acabado con el 40% de una pinada que contaba con 70 años de historia. Además de cortar los árboles está previsto colocar trampas, que serán cebos que atraigan al coleóptero, y la mejora del riego de los ejemplares mediante actuaciones que permitan retener mejor el agua de lluvia porque es la sequía la que ha precipitado este desastre medioambiental.
Fernández aseguró que se está en contacto con la Diputación para obtener en el menor tiempo posible los permisos y autorizaciones que legalicen la intervención del Ayuntamiento en la Sierra, que es propiedad de la Generalitat Valenciana, lo que culminará la semana próxima.
