Octavio y Josefina son solo un ejemplo de los cerca de dos millones de personas que se fueron de España a mediados de siglo XX en busca de oportunidades. Actualmente Octavio está jubilado y reciben una paga por los 17 años que pasó en Francia con su mujer, hasta el 83. En España trabajó otros 20 años, y actualmente, entre las dos pensiones, la española y la francesa, ingresa 1.000 euros al mes. Ahora, Hacienda le reclama una deuda de 6.700 euros, para lo que quieren imponerle una cuota fija de 350 euros al mes, «más de lo que cobro de pensión de Francia», asegura. Como ocurre en muchas familias, la sombra del desempleo, que les obligó a abandonar el país hace décadas, planea ahora sobre sus hijos, «y si nos quitan 350 euros al mes no tenemos ni para comer, porque hay que echarles una mano a ellos también. No tenemos para pagar, nuestros ahorros han ido para las carreras de nuestros hijos, estudios que no les han servido para encontrar trabajo», añade Josefina, quien no puede evitar la emoción al recordar la situación de su familia «y lo que cuesta salir adelante cada día como para que ahora pongan más piedras en el camino». El primer plazo les vencerá el 23 de octubre por lo que «el asesor nos ha recomendado pagar si no queremos una orden de embargo», aunque admiten que no saben si podrán hacerlo todos los meses «cuando se junten recibos de luz, agua, seguros...», lamentan. i. j. i