El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rumanía confirmó hoy que los ocho fallecidos ayer en el accidente de tráfico de Cox (Alicante) son rumanos y están verificando la "hipótesis" de que hubiera una novena persona a bordo de la furgoneta siniestrada.

"En este momento ha finalizado el procedimiento de identificación de los ocho ciudadanos rumanos muertos en el accidente que tuvo lugar en la autopista AP-7", indicó Exteriores en un comunicado.

La identificación se produjo gracias a la información ofrecida por los familiares y a las comprobaciones llevadas a cabo en el aeropuerto de Valencia, donde se disponían a tomar un vuelo de la compañía de bajo coste Wizzair a las 21.40 horas con destino al país balcánico, agrega la nota.

Una delegación consular de Castellón y otra de la agregaduría de Interior de la Embajada de Rumanía en Madrid se desplazaron ayer al lugar del siniestro y al tanatorio de Alicante que acogió los cuerpos para atender a los familiares y prestar su colaboración en la repatriación.

El Ministerio de Exteriores agregó que se está comprobando la "hipótesis" de la existencia de una novena persona a bordo, que sería el conductor de la furgoneta, y que se habría arrojado del vehículo o habría salido despedido por el impacto.

"Los representantes de la Embajada de Rumanía en Madrid y el Consulado de Castellón, en colaboración con las autoridades españolas, verifican la hipótesis de la existencia de una novena persona, que sería el conductor, sobre el que los familiares de las víctimas sostienen que se hallaba en la furgoneta", precisa el comunicado.

Según la cadena de televisión rumana Digi24, las víctimas son de localidades cercanas a la ciudad de Timisoara, en el oeste de Rumanía.

Además, añadió que cuatro de los fallecidos pertenecían a una misma familia y que los dos niños muertos tenían 6 y 9 años.

Manises

Las ocho personas fallecidas en el accidente de tráfico de Cox viajaban desde la provincia de Almería hasta el aeropuerto de Valencia para coger un vuelo hasta Timisoara (Rumanía), según ha explicado la hija de una de las tres mujeres que perdieron la vida en este trágico suceso.

Andrea Bucea, quien reside en la localidad almeriense de Roquetas de Mar, ha perdido a su madre, de 51 años, después de que ésta pasará 15 días de vacaciones en la localidad almeriense, y se ha desplazado hasta el Instituto Anatómico Forense de Alicante donde se encuentran los cadáveres de las ocho personas muertas en el accidente.

Según ha relatado, su madre, de nombre Adriana y asistente en un centro de menores en su país natal, partió a las 13,00 horas de ayer desde la calle Infanta Cristina de Roquetas de Mar en la furgoneta que horas después se vio implicada en el accidente de tráfico.

Además de la furgoneta, en la que viajaban más personas, otros dos vehículos, al parecer turismos, salieron a la misma hora y del mismo lugar rumbo hacia el aeropuerto de Valencia.

Tanto su madre como el resto de viajeros tenían un vuelo cerrado a las 20,50 horas hacia Timisoara.

"Me enteré del accidente por televisión", ha relatado Andrea. Muy nerviosa y afectada por la muerte de su madre, ha explicado que al ver las imágenes comenzó a llamarla por teléfono, "pero no sonaba", por lo que llamó a la Policía y a la Guardia Civil para preguntar y contar lo que estaba pasando.

"Mi madre se reincorporaba hoy a su trabajo, pero está aquí dentro", ha dicho esta mujer en alusión al depósito de cadáveres del Instituto Anatómico Forense.

Además, ha denunciado que el viaje desde Roquetas de Mar hasta el aeropuerto de Valencia fue contratado en la furgoneta a través de una empresa que se anuncia en internet y ofrece servicios de transporte de personas, paquetes y mobiliario, a varios aeropuertos, y que duda "de que sea muy legal".

"He llamado al chico de la empresa y me dice que no puede hacer nada", ha explicado Andrea, quien ha criticado que éste ya no le ha vuelto a coger el teléfono, "ni a mí ni a la Guardia Civil".

"Hay que luchar para que esto no quede así, pues la ley está para que se cumpla, incluida esta empresa", ha añadido.