La apertura del Mundial de Brasil compitió ayer con la asamblea extraordinaria de la Asociación de Moros y Cristianos. La convocatoria a través de redes sociales para acudir a ver qué se cocía en la reunión extraordinaria, realizada a las 20.30 horas, atrajo a algo más de un centenar de festeros y curiosos que se arremolinaron en los alrededores de la sede de la Asociación de Moros y Cristianos Santas Justa y Rufina a la espera de ver qué pasaba a las 21 horas cuando estaban convocados los 18 presidentes. El hecho de que no acudiera nadie del equipo de gobierno restó morbo. De hecho, algún portavoz aseguró que la edil Carolina Gracia ha faltado a las últimas y relacionó este hecho con la decisión de la autorización a los exfesteros, algo que el Ayuntamiento ya estaría estudiando desde febrero.

Cuando la reunión acabó aún quedaban algo más de treinta personas a las puertas esperando a saber qué había pasado; mientras, el constate paso de vehículos policiales por los alrededores no hizo más que tensar los nervios de muchos en lo que no dejó de ser más que una concentración pacífica, sin griteríos ni problemas. Eso sí, más de uno recordó que en fiestas «muchos van bebidos. Cuando se dice que no pueden instalarse es principalmente por una cuestión de seguridad porque muchos no sabemos qué puede pasar», aseguraba uno de los allí reunidos. M. A./M. A. RIVES