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Torrevieja

Comer del asfalto

Vecinos con escasos recursos recorren las calles tras retirarse el mercadillo para recoger frutas y hortalizas que desechan los vendedores

Comer del asfalto TONY SEVILLA

Es una forma distinta de hacer el mercadillo de los viernes, de ir «a la compra». Una escena que se repite cada semana, también en otros mercados de la provincia, cuando los vendedores recogen para marcharse y en las calles, recién vaciadas de tenderetes y de compradores rezagados, sólo quedan ya los restos de la actividad comercial de la mañana. Es «el otro mercadillo». El que hacen las personas que recorren las calles donde se instalan los puestos de alimentación y productos frescos, frutas y hortalizas sobre todo, para recoger los restos de la mercancía que se ha abandonado sobre el asfalto. Plásticos, cartones, cajas vacías, frutas y verduras... todo esparcido por el suelo. Productos no comercializables por su estado -rotos, aplastados, deteriorados-, o desechados para la venta, pero de los que da buena cuenta este sector de usuarios del mercadillo semanal. Un concepto de economía de subsistencia más relacionado con la recolección que con el consumo. Llevan carrito, pero no hacen la compra en el sentido literal de la palabra. Llegan cuando todos se han ido, aprovechando los minutos que transcurren hasta que se despliega la legión de operarios de la limpieza para poner orden en la zona. Entre las tres y tres y media de la tarde. Veinte, veinticinco personas. Depende del viernes. A veces más.

A estos vecinos las noticias sobre una tímida recuperación económica les queda muy lejos. El abanico social de estos consumidores «del límite» lo forman mujeres y hombres, algunos solos pero también hay parejas de mediana edad, pensionistas y personas más jóvenes. Los hay que van acompañados por niños pequeños. De origen magrebí algunos, otros no. El objetivo es el mismo para todos: abastecerse de todo lo comestible que puedan recoger de la calle en veinte o treinta minutos. Naranjas, fresas, tomates, hojas de hortalizas, pimientos... restos o piezas enteras, hay que llenar el frigorífico para la semana. Con mucha suerte se puede encontrar género de buena calidad.

La clave es la rapidez, antes de que llegue la limpieza con la maquinaria pesada que agiliza la recogida de los residuos de este mercadillo, uno de los más grandes de España. Desde que comenzó el año al menos en dos ocasiones ha debido acudir la policía local a controlar esta actividad postcomercial. Para evitar accidentes entre recolectores y los vehículos que se utilizan para limpiar -entre ellos un tractor-.

En Torrevieja existen seis entidades que ofrecen alimentos a los vecinos que sobreviven en precario. La más importante, Alimentos Solidarios, da de comer a 250 familias todos los días a través de un catering social. El área de Servicios Sociales asiste a miles de vecinos a través de ayudas específicas de urgencia y otros programas de asistenciales.

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