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Torrevieja

La discoteca «222» lleva al Ayuntamiento al juzgado y exige revocar su decreto de cierre

Urbanismo rechaza las medidas cautelares que plantean los propietarios, que han pedido la reapertura mientras se resuelve el contencioso - El Consistorio ordenó la clausura en pleno agosto tras años de denuncias

Imagen de la popular discoteca y restaurante pizzería «222» en la playa de Los Locos. LOINO

Los propietarios de la discoteca «Tropic Garden 222» han decidido reclamar en el juzgado de Lo Contencioso la reapertura del popular recinto de ocio nocturno, cerrado por decreto de la Concejalía de Urbanismo el pasado verano. La empresa que gestiona este espacio en la playa de Los Locos, junto a la Avenida de Alfredo Nobel y el edificio Luz Mar, ha solicitado al Ayuntamiento -al tiempo que decidía reclamar en los juzgados- medidas cautelares solicitando la reapertura. La junta de gobierno local ha rechazado esta petición y ha aprobado personarse en el procedimiento para defender su actuación administrativa, avalada por los técnicos.

Como informó esta edición, el municipio abrió un expediente sancionador y decretó el cierre tras varias inspecciones impulsadas por la Guardia Civil y por la Policía Local que fueron comunicadas a la Subdelegación. Esas actuaciones derivaron el primer fin de semana de agosto en el desalojo del recinto a instancias de los residentes próximos al local - edificios Luz Mar, El Palmeral y Duque Beach, entre otros-. Los vecinos llevaban años remitiendo quejas sobre la actividad sin éxito, hasta que intervino la Guardia Civil. El popular establecimiento, con amplias terrazas al aire libre, cuenta con licencia de restaurante con bar y heladería y ambiente musical, pero no como lounge-discoteca o pub, entre otras.

El decreto de cierre decía que la mayoría de esas actividades avalaba documentalmente no estaban amparadas por una licencia municipal. Además el decreto de cierre, alegado sin éxito por el propietario, dice que la licencia vigente contempla una capacidad de poco más de 80 personas, cuando en el recinto tienen cabida más 700, algo que exigiría además una supervisión de la actividad por parte de la Conselleria de Gobernación y medidas de seguridad especiales.

La empresa realizó algunas obras y reformas para adaptarse a las exigencias municipales pero sus sucesivos recursos no fueron aceptados y perdió la temporada veraniega, incluida la celebración de su XXV aniversario. El Ayuntamiento también cuestiona la compatibilidad urbanística del edificio para desarrollar la actividad ya que no está clara su clasificación como urbano pues se haya muy cerca del deslinde de Costas.

Polémica

La resolución de clausura de la discoteca, muy popular al desarrollarse al aire libre, sin prohibición de fumar, hasta altas horas de la madrugada y junto a la playa, causó polémica porque se adoptó coincidiendo con la puesta en marcha de otro negocio de similares características, el Vela Beach, al aire libre, en la playa La Mata, que se inauguró con la asistencia de numerosas autoridades municipales y que abrió sus puertas con un cambio de titularidad en la licencia de discoteca con la que ya contaba el recinto, que antes acogió «El Buda» y en sus inicios, en los noventa, la discoteca «Pópulus». De hecho los vecinos de esa zona de La Mata se han quejado de los mismos ruidos y molestias -música, botellón en el exterior y aglomeraciones de gente hasta altas horas de la madrugada-,que los que generaba el «222» en Los Locos.

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