El colegio que ayer celebró la festividad de San Antón en Orihuela sorteó entre todos los asistentes a la fiesta vespertina una cría de cerdo, tal y como se viene haciendo desde hace 28 años. Se trata de una curiosidad que se repite en esta fiesta oriolana desde hace décadas y que este centro educativo reproduce como una de las actividades más llamativas para el alumnado. Aunque este año cumplir con la tradición ha sido más difícil que nunca porque, al parecer, alguien se quejó de que el sorteo no estaba convenientemente reglado. Finalmente, el centro, a través del Ayuntamiento, consiguió reunir toda la documentación necesaria en un tiempo récord para poder cumplir con esta rifa de un animal. Ayer, muchos de los menores aprovecharon para fotografiarse junto al lechón e incluso hubo quienes lo bautizaron como Isidro, en honor al barrio. m. a. r.