U n veterano político local del PP (ahora apartado de cualquier responsabilidad del partido); refleja con una frase la actual situación por la que atraviesa esta formación en Guardamar: «No queremos que el PSOE vuelva a gobernar nuestro pueblo pero tampoco queremos este PP».

Y es que la imposición por parte del presidente provincial, José Joaquín Ripoll, de Carmen Verdú como candidata a la Alcaldía, eliminando a la elegida por el Comité Electoral Local, Marina Blanco, ha provocado una fractura en el partido que sigue con sumo interés el PSOE que ve una nueva oportunidad para revalidar su mayoría absoluta.

Este ex responsable popular es claro al afirmar que esta situación beneficia al PSOE ya que «en sus cuatro años de Gobierno no ha hecho nada». Y ahora, añade, todos los esfuerzos están dirigidos a que el grupo de Marina Blanco no concurra a las elecciones municipales con el PP después de las «cosas raras que han ocurrido».

«Queremos que gane el PP pero sabemos que muchos militantes y simpatizantes no le van a votar y eso sólo es bueno para los socialistas porque el resultado final va a estar muy reñido», afirma el popular.

Otro ex cargo del PP ya retirado de la política activa va más allá y señala que muchos populares «vamos a votar al PSOE».

Personas cercanas a Marina Blanco son concluyentes ante la situación actual del PP: «Le acabamos de regalar las elecciones al PSOE» por la actitud mostrada por Carmen Verdú y los suyos que «no responde a la unión por la que se ha venido trabajando en los últimos años», afirman fuentes cercanas al grupo popular en Guardamar.

Aunque la lista electoral del PP no ha sido presentada hasta el momento, públicamente se da por descartado que incluya a Marina Blanco, cuyo principal valedor ha sido el ex alcalde, Francisco García. Esta situación se ha enfriado todavía más con los ex concejales populares José Joaquín Mora, Carmen Vidal y Antonio Zaragoza, que colaboran con la alcaldable zaplanista del PP.

Este cisma popular de Guardamar también se ha trasladado a otros ámbitos. La sede alquilada del PP situada hasta hace unos días en la plaza del Ayuntamiento ha sido trasladada a una calle cercana. La dueña del inmueble «echó a la calle» a los responsables del nuevo PP al estar en descuerdo con el cambio de candidata, según fuentes consultadas.

El presidente Ripoll ha sido determinante en el cisma actual que vive el PP de Guardamar, como ya ocurrió en los anteriores comicios electorales, en los que tampoco respetó al candidato electo por el Comité Ejecutivo Local del PP en la ciudad.