Las obras de reurbanización del barrio de San Roque han convertido las aceras mínimas con las que se levantó esta zona residencial en la década de los ochenta en amplias zonas peatonales que en algunos casos superan los tres metros de ancho. Unas «aceras-paseo» presentes en todas las calles del barrio pero que sobre todo destacan por su longitud y anchura en la que se ha construido en la fase final de la remodelación, llevada a cabo en las últimas semanas, en paralelo a la avenida de Desiderio Rodríguez, desde su confluencia con la calle José Hodar, al final de la playa de Los Náufragos hasta la calle Los Montesinos, a lo largo de más de doscientos metros. La acera dará servicio a los miles de bañistas que concentra la playa en verano y los vecinos que emplean el paseo contiguo de Los Náufragos.
Todo son ventajas para los vecinos aunque la actuación también tiene, como cualquier otra de estas dimensiones, un pero. En el caso de la citada acera se ha eliminado buena parte del carril de servicio paralelo a la avenida y sobre todo se han suprimido ahí y en otras muchas calles de todo el barrio docenas de aparcamientos. Algo que durante buena parte del año no tiene la menor incidencia en la vida cotidiana del barrio pero que ya se ha hecho notar este verano, con la falta de estacionamiento. La reurbanización del barrio comenzó en septiembre de 2012 y está a punto de culminar ahora.