En la Policía Local no existe un registro formal de las denuncias que se tramitan a diario. Todo va a parar a un buzón al que tienen acceso unos pocos agentes y mandos. Los policías tampoco pueden hacer un seguimiento de cómo se han tramitado esas denuncias y si, efectivamente, se ha instruido. Pero a esta forma de proceder se suma, en un municipio con una gran cantidad de población turística durante todo el año, el hecho de que los policías destinados a la Unidad de Tráfico deben proceder en muchas ocasiones a hacer efectivas las multas a conductores extranjeros que no son residentes en el país.
El dinero recaudado se deposita en mano a los mandos responsables de la gestión. Esas entregas no se registran en el momento, según las mismas fuentes, que señalan el hecho de que se desconoce cómo se cuantifica posteriormente lo recaudado. Un modo de proceder cuanto menos singular, porque estos asumen la custodia y la responsabilidad de la tramitación en un proceso que se repite cientos de veces al cabo del año.