Una pérgola de 150 metros de largo levantada en acero y madera caracteriza al paseo Vista Alegre desde su remodelación en 2008. Para cerrar la marquesina que ahora ofrece sombra a los viandantes en un largo banco corrido que mira al mar se utilizó madera tropical africana de iroko. Un material exótico conocido por su resistencia a las inclemencias del tiempo. Pero seis años de levantes y solanera junto al mar han deteriorado su aspecto en plena fachada marítima de Torrevieja. Algo que ahora es más que evidente.

El edil de Obras, Javier Montoro, explicó que tiene previsto contemplar una partida presupuestaria en 2014 para poder tratar la madera y que recupere su aspecto anterior. Una labor de mantenimiento basada en realizar una imprimación de aceite a la madera, lijar y después volver a tratarla con aceite. Montoro restó importancia al aspecto que presenta la marquesina y recordó es el que cabe esperar después de varios años y que no sufre un deterioro especial. Inicialmente la pérgola se comenzó a cubrir con un tipo de madera kebracho argentino resistente pero muy pesado. Una vez iniciados los trabajos hubo que desistir porque los cálculos indicaron que la estructura no podría soportar el peso y se optó por el iroko. Otros acabados en madera, como los bancos del paseo de Juan Aparicio de 1999, han soportado mucho mejor el paso del tiempo.