El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Orihuela, Antonio Zapata (PSOE), ha abierto otro expediente de infracción a la mercantil Proambiente, situada en la pedanía oriolana de La Murada, tras descubrir un ingeniero municipal en una inspección las tuberías de gas metano que utiliza desde hace años para generar energía eléctrica. La visita del funcionario se produjo hace algunos meses, tras ser cesado Ángel Fenoll como principal responsable de la mercantil por el resto de socios y como muestra de buena voluntad de estos porque las cosas iban a cambiar. Esta investigación municipal se suma a otras siete abiertas durante 2012, que estaban en fase de alegaciones todas ellas y que han sido desestimadas. Ahora la resolución es por una falta muy grave, según entiende el Ayuntamiento de Orihuela, que conllevará una sanción económica y, probablemente, la clausura definitiva de aquellas instalaciones situadas en la Comunidad Valenciana (el resto del vertedero, se encuentra en el Región de Murcia).

Zapata dio explicaciones ayer sobre su gestión en este asunto al cabo de un año de la tramitación de esos primeros expedientes y cuando la empresa arrastra sobre sí la clausura provisional, lo que motivó incluso una protesta de sus trabajadores a las puertas de Proambiente el pasado año; de hecho, en teoría sólo puede utilizar el acceso a Proambiente para cualquier actividad desde la puerta de Abanilla y en la Región de Murcia, aunque colectivos ecologistas y vecinos han denunciado en este tiempo que se sigue desarrollando tareas sobre suelo de Orihuela. INFORMACIÓN trató ayer de hablar sin éxito con los responsables de la mercantil para conocer su parecer por esta situación y máxime cuando han depositado un aval de 3,3 millones de euros en la Región de Murcia para que les deje reanudar la actividad.

Zapata mostró ayer su decepción por el hecho, dijo, que la empresa prometió una cosa y ha hecho otra. Los argumentos que ha dado, en forma de alegaciones, no han convencido ni a los técnicos de Urbanismo ni a él. El problema se centra en que los vasos 1 y 2, acolmatados hace años, están en término municipal de Orihuela y generan lixiviados a los cuales no se les ha dado solución. «Se han cumplido nuestras sospechas de que es una actividad (la que se desarrolla allí) peligrosa para el medio ambiente», resumió ayer el concejal. Según Zapata, la entrada del ingeniero que ha servido para detectar la tubería tenía que ser la que demostrara que las cosas habían cambiado, pero no ha sido así. «A fecha de hoy dijo el responsable de Urbanismo no han abierto ningún expediente ni solicitado tramitacion que tengamos constancia ante una conselleria competente (para regularizar la actividad). Es por eso que tras la entrada del técnico desestimamos las alegaciones porque siguen existiendo las actividades sin solicitarse licencias o instrumentos legales. Y más allá de ello, de la operacion societaria que había adoptado (la salida de Ángel Fenoll de la dirección), lo que necesitábamos eran hechos que no están».

Tubería

La tubería de metano, habitual en cualquier vertedero pues este gas se produce por la descomposición de la materia orgánica, fue detectada, dijo ayer el concejal, en la parcela 105 del polígono 7. «La producción de metano a partir de materia orgánica en descomposición, para ello enterrada, es una actividad que necesita varias licencias: para enterrar la basura, otra de interés comunitario, autorizaciones de consellerias, etc. porque es un suelo no urbanizable. Y me preocupan varias cosas: Siguen ejerciéndose actividades y ampliándolas, como lo que hace con una extracción de gas que no cuenta con la fiscalizacion de los técnicos del Ayuntamiento. Además, a la Conselleria tampoco se ha dirigido para esta nueva actividad tenga un soporte legal».