A Mónica Lorente, la comparecencia de Alberto Fabra le pilló ayer en una reunión de trabajo de Ciclo Hídrico, que es su departamento, en la Diputación Provincial, pero antes de las 2 de la tarde tenía en su poder las declaraciones en relación al conflicto que se ha abierto entre la dirección provicial y regional y la local de Orihuela por la negativa a permitir que encabece una moción de censura por su condición de imputada.

A pesar de que el presidente regional reiteró que no puede ser la alcaldesa, ella contestó con un «Esa es la posicion de un presidente de partido que lo lidera y evidencia la gran diferencia con los que pretende imponer y romper porque si no, no ganan» sin querer explicar a quienes se refería.

Asunto

Lorente estaba ayer muy serena, como siempre, y el hecho de que el presidente del Partido Popular de la Comunidad Valenciana haya salido por primera vez a hablar de este asunto, y para respaldar lo dicho hasta ahora por el presidente provincial, José Císcar, es algo que no parece que le disguste. Más bien todo lo contrario. «Alberto Fabra y yo estamos desde siempre en el mismo equipo y otros... no lo sé», añadió con el mismo misterio.

Preguntada sobre cómo va a acabar esta situación dijo por último: «Mi lealtad a Orihuela, al Partido Popular y, sobre todo, al Partido Popular de Orihuela es inquebrantable». Lorente no quiso hacer más declaraciones por ahora en relación a este asunto. «Todo se arreglará», añadió