La Dirección Provincial y Regional del Partido Popular (PP) le deben desde ayer un favor al concejal Antonio Rodríguez Barberá porque su negativa a firmar en una notaría de la avenida de España, en Orihuela, una moción de censura que encabezaba Mónica Lorente para sacar de la Alcaldía a Monserrate Guillén (Los Verdes) frustró ayer las posibilidades del regreso a la primera línea de la política de la que fue alcaldesa y santo y seña en la Vega Baja de las siglas de la gaviota y en contra de una decisión que se funda en alejar y no acercar de la política a los cargos imputados o procesados, como es el caso. Aún y así la única explicación que dio el PP al respecto es que carecía de autorización y nadie les había comunicado nada de forma oficial. De hecho, el secretario regional, Serafín Castellano, fue preguntado ayer al mediodía en Benidorm sobre esta cuestión y sólo dijo: «Se hablará con todo el mundo y se tomará una decisión».

Pepa Ferrando ha ofrecido una rueda de prensa en la que ha asegurado que "nuestra unica candidata es Mónica Lorente. Por coherencia y por lealtad por el cartel que ofrecimos. Todos quisimos estar detrás de ella y es la que debe abanderar la propuesta". Igualmente, ha añadido que "somos los mismos y no es lealtad a Lorente sino a los oriolanos que la votaron". Ferrando ha dicho que no van a dejar que les impongan un candidato desde el partido. Lo decidira el partido de Orihuela y los ciudadanos para acabar con el bipartito.

Sobre la imputación de Lorente, Ferrando ha aclarado que "somos fieles y disciplinados pero no vamos a consentir que nos tomen por tontos. La señora Lorente tenía en 2011 la misma situacion juridica que que ahora, así que no enjuiciemos, y los oriolanos le dijeron que sí que la querían". Al respecto, ha destacado que "solo hay una persona que dice que no -refiriendose a Rodriguez Barberá-. Es el único escollo para que la moción se presente".

La declaracion de Ferrando supone un claro enfrentamiento con la dirección provincial que no la quiere a la candidata por estar imputada y que sigue de cerca la rueda de prensa.

Por su parte, la numero 3 del PP en la provincia, la oriolana Eva Ortiz, ha reiterado esta mañana que Lorente no puede ser la candidata a la Alcaldía y que el partido "no hará excepciones con ella". La eurodiputada se mostró muy disgustada por cómo se había gestado la moción de censura en Orihuela y aseguró que el partido no supo nada de la misma hasta el lunes por la tarde, después de que la dirección provincial citará a capítulo a la presidenta local, Pepa Ferrando.

Desde primera hora de la mañana

El encuentro en la notaría se convocó el domingo por la noche para las 9.15 horas de ayer. Todos los ediles del PP estaban citados, así como Asun Mayoral, quien se vale de un informe del Consejo Jurídico Consultivo para considerar que su expulsión de CLr-Claro fue irregular y, por lo tanto, tiene derecho a firmar una moción de censura, algo que el secretario municipal, Virgilio Estremera resolverá si se presenta. Ésta declinó su asistencia hasta que los doce concejales del PP se pusieran de acuerdo sobre el candidato y firmaran, algo que no se produciría.

La Dirección Provincial reaccionó en este asunto el domingo sobre las 21 horas tras conocer de la convocatoria en la notaría y las llamadas que realizó el secretario provincial, José Juan Zaplana, tanto a la presidenta local, Pepa Ferrando, como a la portavoz, Mónica Lorente, fueron infructuosas. No le cogieron el teléfono. Entonces decidió enviar un mensaje a cada edil con el siguiente texto: «Habiéndonos enterado de que se tiene previsto la firma de una probable moción de censura y tras los infructuosos intentos de ponernos en contacto tanto con la presidenta como la portavoz y ante la imposibilidad de tratar dicho asunto con ellas, te comunico que dicha moción no tiene autorización ni de la dirección Regional ni Provincial. Ambas direcciones no nos oponemos a una moción de censura en Orihuela, porque el PP fue el partido más votado en las últimas elecciones, pero queremos que se tramite ajustándose y siendo respetuoso con el marco de nuestra organización». Y lo firmaba el propio Zaplana.

A pesar de ello, el documento se firmó ayer en la notaría y no sólo por once de los doce concejales del PP allí presentes, sino también por el concejal no adscrito Bob Houliston, aunque su firma no tenga validez en el recuento porque está afectado por la Ley Antitransfuguismo. Si Barberá ayer el PP Provincial y Regional habría quedado en evidencia porque nadie le habría hecho caso en Orihuela.

Advertencia

Rodríguez Barberá acudió a la notaria, pero siguiendo las recomendaciones del partido. Según confirmó a INFORMACIÓN, les advirtió durante la reunión a la presidenta y a la portavoz que no firmaría y recordó que la moción de censura no estaba consensuada por el PP por lo cual no tenía sentido hacerla así.

El concejal se plantó en sus trece pese a que el resto de concejales sí firmaban pero en un tenso ambiente. Después se puso en contacto con Mayoral para hacerle saber que no había rubricado. Entonces, la presencia de ésta se hizo inútil ya en la notaría. Mientras, a las puertas se fueron congregando los medios de comunicación y los móviles echaban humo. El diario supo ayer que sólo entonces Ferrando habló con la dirección del partido y, después, todos abandonaron las instalaciones.

La presidenta local atendió a los medios y dijo: «Esto es lo que muchos oriolanos están esperando, conformar un equipo de gobierno solido y estable con una mayoría legítima y capacitada para devolver a Orihuela lo que el tripartito le ha quitado. Es un proceso normal. Los acontecimientos se irán desarrollando esta semana. Tenemos todas las firmas, excepto la de un compañero que se ha tenido que ausentar por trabajo y también Asun (Mayoral) que viene de camino. A lo largo de la mañana se desarrollarán los acontecimientos». Los periodistas preguntaron entonces si la moción tenía el aval de la dirección provincial y regional del PP y su respuesta no dejó lugar a dudas: «Sí, si no no estaríamos aquí», al tiempo que añadió que «el alcaldable sería nuestro numero 1, Mónica Lorente». Ésta, precisamente, fue la que cortó la charla. Nadie volvió a la notaría.