Poner en práctica sus conocimientos en electrónica y programación para diseñar un pequeño robot capaz de sortear un circuito con obstáculos o batirse en un "ring" con un dispositivo similar para demostrar su precisión. La XI edición del certamen "Oriolbot" celebrado ayer en Orihuela puso de manifiesto que el ingenio, la creatividad y la capacidad de trabajo son cualidades que destacan entre las nuevas generaciones. El concurso de microrrobótica que organiza el Instituto de Educación Secundaria de El Palmeral de Orihuela congregó en esta edición a estudiantes de este centro y otros llegados del IES Las Espeñetas de Orihuela y el IES Antonio José Cavanilles de Alicante. Asimismo, acudieron otros ingenieros, profesionales de la electrónica y aficionados, unos para disfrutar de las pruebas y otros para participar en la modalidad libre o simplemente para exhibir sus creaciones.

Desde hace varios meses, los alumnos que estudian el Grado Superior de Electrónica en el centro formativo que organiza este concurso se han esforzado en implementar todos los conocimientos adquiridos en cada asignatura para poder crear un prototipo de robot que sea capaz de trabajar a partir de sensores, placas de control o microcontroladores que, funcionando en plena sincronía, permiten al dispositivo desarrollar los trabajos para los que han sido programados.

Lúdico

El responsable de la titulación en este centro oriolano, el profesor Antonio Serna, destacaba ayer que es casi imposible colocar después en el mercado uno de estos prototipos diseñados por los alumnos y explicaba que el fin último de este certamen obedece a que los estudiantes puedan poner en práctica todo lo aprendido durante sus años de estudio de una forma lúdica.

A pesar de que asegura que falta mucha financiación tanto de patrocinadores privados como de administraciones públicas para poner en marcha este concurso y, en definitiva, dejar volar las neuronas de las nuevas generaciones para que desarrollen sus "inventos", subrayó que lo más importante es la implicación del alumnado para que se pueda poner en marcha el que sigue siendo el único certamen de estas características en la provincia de Alicante.

Caro

Diseñar y fabricar uno de estos pequeños robots no es excesivamente caro y puede salir por unos 60 o 70 euros. A simple vista, es un pequeño aparato repleto de cables, sensores o ruedas recubiertos con carcasas de mil formas distintas, pero en su interior se esconden los conocimientos en tareas de programación que han sido adquiridos por los alumnos durante horas y horas de estudio.

Son precisamente esos conocimientos en programación los que ayer hicieron posible que los 15 microrrobots que participaron en el certamen y a los 5 que se integraron en la modalidad de exhibición demostraran que son capaces de desplazarse por un laberinto repleto de obstáculos sin chocar contra ellos o batirse en un espacio con otro robot similar para demostrar cuál de ellos combina más precisión para sacar al contrincante del espacio delimitado.