El concejal de Turismo, Pedro Mancebo (CLr-Claro), y la edil de Patrimonio, Nuchi Belchí (Los Verdes), se cruzaron ayer al mediodía a la entrada de la sala de Prensa del Ayuntamiento de Orihuela. El primero salía de anunciar que ha encargado a la Universidad de Alicante (UA) la elaboración de un plan director sobre el Castillo de Orihuela, un Bien de Interés Cultural que, precisamente, depende de la segunda. Ésta edil se enteró por INFORMACIÓN del proyecto que acababa de presentar su socio de gobierno y que, si alguien debería capitanear, era precisamente su departamento, no el de Mancebo.

La edil se quedó sin saber qué decir por prudencia o educación. Así las cosas, el concejal de Turismo ha hecho suyo un proyecto básico para la recuperación patrimonial de un gran legado de la ciudad y justificando su participación en el hecho de que, al final, podrá ser "explotado como un producto turístico terminado dentro de la marca Orihuela y que sea rentable económicamente", aseguró en la comparecencia pública, a la que acudió acompañado del profesor Gabino Ponce, director del máster sobre Gestión del Patrimonio, que se está celebrando en Orihuela, y que, curiosamente, tampoco contó con el plácet del anterior responsable de Patrimonio, Manuel Culiáñez (Los Verdes), quien nunca llegó a ver el proyecto presentado ante su mesa. Mancebo también aseguró que precisamente era este máster el que había propuesto la elaboración del plan director del castillo.

Lo que Mancebo pretende, aún sin saber de dónde saldrán los 12.000 euros de presupuesto, es un proyecto ambicioso para poner en valor algunos de los monumentos de la ciudad y que están más olvidados pese a tratarse de una fortaleza (declaradas como ruinas en 1931 y, más tarde, como Bien de Interés Cultural) que tuvo un papel decisivo durante siglos para el pueblo Orihuela, su inmenso término municipal, la comarca y el Reino de Valencia, del que era puerta de acceso como cabecera del estado feudal.

Aparcado

El plan director que se va a poner en marcha es uno de esos proyectos aparcados durante años por los anteriores equipos de gobierno -todos del Partido Popular- que exige la legislación valenciana para la recuperación y salvaguarda del patrimonio. Algo que nunca es fácil porque, tal y como precisó ayer Gabino Ponce, la mayor parte de normas son tan conservacionistas y proteccionistas que muchas veces los intereses de los municipios sobre qué tiene que ser esa puesta en valor choca de frente con lo que se autoriza o permite, ya bien sea por el Ministerio o por la Conselleria de Cultura.

El proceso que ha comenzado ahora será largo porque ayer Mancebo sólo hizo un anuncio de algo que, a buen seguro, apoyarán sus socios de gobierno, pero que aún desconocen. El plan director será la herramienta legal que exige la Ley de Patrimonio de la Comunidad Valenciana de 2007 para resaltar los valores arqueológicos y arquitectónicos del monumento. "El Ayuntamiento marcará su calendario y el presupuesto para su realización", aseguró el edil, que dilató en años la realización de un proyecto que, en distintas fases, quedará en manos de arqueólogos, arquitectos, técnicos de medio ambiente- porque ni tan siquiera existe un levantamiento topográfico.

LA CLAVE

Una fortaleza de los tiempos del visigodo Teodomiro

Destruido por un rayo que cayó en el polvorín y por el terremoto de 1829

El Castillo de Orihuela se encuentra en el monte de San Miguel, a 240 metros de altitud. Se accede un tramo en coche por el Seminario. La fortaleza debió existir en la época del visigodo Teodomiro (en el 713). Fue reformado varias veces, especialmente tras la Reconquista con partidas asignadas por monarcas. En la Guerra de Sucesión, una explosión provocada por la caída de un rayo sobre el polvorín destruyó la mayor parte del castillo, ordenándose su demolición. Varias tormentas a lo largo del siglo XVIII y finalmente el terremoto de 1829 causaron daños irrecuperables a los restos.

LAS FASES

PASO PREVIO

Levantamiento topográfico

Lo más importante es saber qué extensión tenía el castillo, el emplazamiento y sus estructuras anexas; es decir, en qué consistía la fortaleza y qué se conserva de ella.

ESTUDIOS DE LA UNIVERSIDAD

Arqueología

La UA realizará un estudio científico sobre los valores arqueológicos que se conservan y su datación histórica.

Arquitectura

La fase más complicada. En la que hay que decidir qué estructuras deben conservarse y de qué forma. Se decide la limpieza, la consolidación y la eliminación de buena parte de la vegetación, aquella que no encaja con las ruinas.

Medio Ambiente

Habrá que analizar la plataforma sobre la que se construyó: el monte de San Miguel, su estructura geológica y morfología, su flora y fauna.