La unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil se desplazó ayer hasta San Isidro para examinar los restos del incendio ocurrido la tarde del domingo en una discoteca que calcinó gran parte las instalaciones. Fuentes de este cuerpo trasladaron que la investigación continúa en marcha, aunque ni confirmaron ni desmintieron la hipótesis barajada durante la tarde del domingo que apuntaba a que las llamas pudieron haberse iniciado de forma intencionada. El suceso tendría que haber dejado sin empleo a los más de veinte trabajadores que cada fin de semana ponían en marcha el local de ocio, aunque estos van a continuar ligados a la mercantil en otra discoteca que abre este fin de semana en Guardamar.

El incendió se decretó a las 19 horas del domingo en la discoteca "Barlo 40 grados", ubicada en el polígono industrial La Granadina, y fue necesaria la intervención de una veintena de bomberos procedentes de los parques de Orihuela, Elche y Almoradí para apagar las llamas, según detallaron fuentes de ese cuerpo. El fuego se dio por controlado sobre las 2 de la madrugada del lunes y varios efectivos de los bomberos permanecieron durante toda la noche y la mañana del día siguiente en el lugar del suceso para refrescar la zona y evitar nuevos conatos.

Aunque la columna de humo que produjo el incendio se podía ver a varios kilómetros a la redonda y muchos vecinos de la comarca conocieron de esa forma la existencia del incendio, las inmediaciones del lugar registraban ayer un constante goteo de personas que querían ver con sus propios ojos el estado en que ha quedado una discoteca que permanecía abierta desde hace una década y a la que cada fin de semana acudían miles de jóvenes.

Camarera

Una de las que se acercaron hasta el lugar fue una mujer de 27 años que durante los fines de semana trabajaba en este local como camarera. Ésta estimó que cada sábado trabajaban en este lugar una docena de camareros, personal de apoyo en barra y guardias de seguridad; una veintena de compañeros de trabajo que, al igual que le ha ocurrido a ella, parece que han perdido su empleo.

Aunque todavía no ha sido posible hacer una estimación económica de las pérdidas que ha conllevado el incendio, se sabe que se trata de una cantidad bastante elevada dados los potentes equipos de sonido o iluminación que son necesarios para poner en macha este tipo de instalaciones. Una de las naves ha quedado reducida a cenizas.