El alcalde "verde" de Orihuela, Monserrate Guillén, se debió poner ayer rojo durante el pleno después de que su concejal de Turismo, Pedro Mancebo (CLr), contestara casi por él una pregunta que al final de la sesión le había lanzado el concejal del Partido Popular, David Costa, pidiéndole explicaciones al hecho de que durante cerca de dos meses, entre junio y agosto, "22 lavapiés de las playas de Orihuela hayan utilizado agua potable". El edil de la oposición quería saber qué gasto había supuesto, además de las facturas que se habían generado este verano en el litoral. Los populares preguntaron al alcalde sobre esta cuestión por dos motivos. Por un lado, por el hecho de que él asumió los asuntos de la costa después de la dimisión como responsable del área de Bob Houliston (lo que ocurrió meses después de su salida de CLr); y, por el otro, porque, precisamente, si de algo presume su partido es de ser el más ecologista.

Pedro Mancebo tomó la palabra por él para contestarle en una de las pocas intervenciones que tuvo y no sólo es que admitiera que 22 lavapiés habían consumido agua potable sino que aseguró que esa información del PP se quedaba corta, "¿22?. Hay más. Nueve de las once playas tienen lavapiés que consumen agua de la red general y, las otros dos, agua salada. Y esas facturas (de agua "dulce") se pagan desde que ustedes gobernaban", contestó el portavoz de los liberales, como si se tratara de un boomerang contra el partido que hacía la pregunta y que ha ocupado el poder en Orihuela durante el último cuarto de siglo, pero olvidándose que él es responsable por segundo año consecutivo de turismo y, desde hace semanas, del área de las Infraestructuras.

De hecho, el Ayuntamiento tuvo la oportunidad durante este verano de cambiar el agua dulce por potable aprovechando unas obras que se tuvieron que realizar a raíz de una avería, pero se volvió a conectar a la red general.