Con las maletas cargadas de ilusión y esperanza. La asociación Jóvenes con el Arte Solidario (JAS) se ha trasladado este verano hasta Gambia para desarrollar un proyecto educativo, lúdico y humanitario con niños huérfanos. Además de llevar al país africano material escolar, juguetes, medicinas o semillas para plantar un huerto, los voluntarios han contribuido a la compra de placas solares y de una burra para ayudar al traslado de alimentos entre poblados.

En total son cinco los voluntarios que, bajo el paraguas de la agrupación solidaria y costeándose el desplazamiento y la estancia, han dedicado sus vacaciones de agosto a esta causa. Antes de emprender el viaje, los integrantes de JAS contactaron con la asociación humanitaria "Save the Gambian Orphans", que trabaja en la zona y conoce bien las necesidades de la población de Jirong, uno de los poblados más pobres del país.

La cuantía total que JAS está invirtiendo ya en la zona asciende a 2.600 euros, cantidad recaudada con el desarrollo de actividades durante el primer semestre del año. Una parte del dinero se ha destinado a la compra de material escolar que no puede encontrarse en el poblado africano como lápices de colores o plastilinas, así como una gran cantidad de semillas que se transformarán en cereales, frutas u hortalizas.

Uno de los voluntarios del proyecto explicó que además de desarrollar actividades lúdicas y educativas con los niños y jóvenes durante un mes, el objetivo de JAS pasa por ayudar a la población a generar sus propios recursos para ayudarles a ser más autosuficientes. Es por ello que parte del dinero que han llevado hasta el poblado sin ningún tipo de intermediarios, se ha invertido en la compra de artículos que ayudarán a la población de Jirong a plantar sus propios huertos u obtener su propio pescado.

Sostenible

"No solo se busca apadrinar a los pequeños, sino tratar de generar una estructura económica sostenible para el poblado", resumen desde la asociación.

Jóvenes con el Arte Solidario nació en 2006 de la mano de un grupo de jóvenes callosinos con el objetivo de recaudar fondos para destinarlos a causas solidarias infantiles. Éstos los consiguen a través de eventos artísticos, promoviendo al mismo tiempo el "arte naciente" entre artistas de la comarca y organizando eventos como festivales de música, animaciones, talleres educativos o exposiciones. En años anteriores, la organización ha construido una biblioteca en el campamento de refugiados saharaui Auserd, ha donado material sanitario a la población saharaui de Dahjla, ha enviado fondos a Haití y ha desarrollado múltiples proyectos para ayudar a niños con necesidades especiales de la Vega Baja.