Seguir trabajando en cultivos experimentales hasta encontrar qué tipo de plantas de cáñamo se adaptan mejor a las condiciones climatológicas de la Vega para retomar su cultivo obteniendo la máxima rentabilidad. Representantes de la Universidad Miguel Hernández, del sindicato agrario ASAJA, del Ayuntamiento callosino y de la Escuela y Museo del Cáñamo de este municipio se dieron cita ayer para asistir a la siega y recolección de las dos hectáreas de cáñamo plantadas en la huerta de Callosa de Segura como cultivo experimental. Los cuatro entes acordaron además la creación de una Sociedad Agrícola de Transformación, que planea reinvertir el beneficio de 12.000 euros que se prevé ganar con esta siembra en la investigación con nuevas variedades de la planta.

El profesor honorífico de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela Joaquín Parra destacó la pertinencia de analizar las necesidades del mercado para enfocar la producción a esos sectores. Por su parte, el presidente de Asaja Alicante, Eladio Aniorte, mostró su convicción de que la producción de cáñamo puede volver a ser rentable gracias a que se han conseguido mecanizar todos los procesos productivos que antaño se hacían de manera artesanal, lo que permite hacerlo ahora con más rapidez y a un menor coste.

Prototipo

La única fase que hasta ahora no se había logrado mecanizar era la de extracción de la fibra, que consiste en la separación de la fibra de cáñamo y la gramiza. En este sentido, los propietarios de las empresas Rafal Metal y Talleres Soriano de Callosa han logrado diseñar una máquina basada en un prototipo de los sesenta que posibilita la mecanización de esta tarea. El resultado ha sido posible en parte gracias a la colaboración de antiguos trabajadores de la industria del cáñamo, que han aportado sus conocimientos sobre cómo se debe desarrollar esta fase del trabajo.

Durante la jornada de ayer, los responsables de la investigación expusieron las directrices del plan para que cultivar cáñamo en la comarca vuelva a ser viable. Destacaron que los nuevos usos de este material comprenden desde la construcción de aislamientos para la industria de la automoción, la producción de compost, de pasta de papel o de geotextiles hasta la producción de horchata.