Pedro Hernández Mateo, después de más de 20 años al frente del Ayuntamiento de Torrevieja y cuando esperaba un final plácido a su vida política, manteniendo su escaño como diputado autonómico en esta legislatura en la que, según todos los indicios, hubiera acabado su vida pública, se ha encontrado no con uno sino con tres problemas jurídicos, en todos ellos como imputado y que amenazan seriamente con adelantar su adiós. Pero el caso de la contrata de las basuras no es el más llamativo.

Desde hace años, el TSJ y los juzgados de Torrevieja intentan ponerse de acuerdo en un tema que no es menor: si existe alguna irregularidad en la operación de compraventa de fincas que realizó el exalcalde a comienzos de la pasada década en Almoradí y que le reportó más de 5 millones de euros de beneficio. Durante esa época, Hernández Mateo adquirió los terrenos, asegurando que eran para tener unos animales y pagó por ellos unos30 millones de las antiguas pesetas (180.000 euros), pero al cabo de unos meses las vendió por 5,4 millones de euros a una de las principales promotoras del municipio, Edén del Mar. El destino del dinero y cómo lo pagó son algunas de las cuestiones que los fiscales siguen investigando como poco éxito hasta el momento, lo que ha motivado que haya solicitado en varias ocasiones su archivo.

Por otra parte y más recientemente, la junta electoral de zona de Orihuela decidió presentar una denuncia contra él, en su calidad de apoderado del Partido Popular, después de que permitiera la celebración de un acto de campaña electoral al que acudió el entonces candidado (y más tarde presidente de la Generalitat, Francisco Camps), quien venía a "bautizar" a Eduardo Dolón como el sucesor de Hernández Mateo a la Alcaldía del municipio. Este asunto, según fuentes judiciales, está a punto de resolverse.