Un temblor de tierra despertó ayer a muchos vecinos de Torrevieja, Orihuela Costa y Pilar de la Horadada. Fue a las 6.07 de la mañana, con epicentro en el mar y una magnitud de 1,7. Este tipo de pequeños seísmos es relativamente habitual en la Vega Baja. Las estadísticas de la Unidad de Registro Sismológico de la Universidad de Alicante indican que el último año, de enero de 2011 a día de hoy, en la comarca -una de las zonas de mayor riesgo sísmico del país- se han registrado una decena de terremotos "sentidos" por la población. Por ejemplo, el 23 de marzo se produjo otro en Torrevieja de 3,1 de magnitud, mientras que la pequeña localidad de Benferri, en el interior del Bajo Segura fue el epicentro de otro de 1,9 el 30 de diciembre. Los secuencias más destacadas de terremotos tuvieron lugar en las costas de Guardamar, con dos temblores el 13 y el 17 de septiembre de 3,5 y 2,1 de magnitud y que se dejaron sentir en el resto de la comarca.

Más de doscientos

Esta estadística recoge más de 270 temblores de similares características desde que se puso en marcha la unidad en 1994 en toda la zona comprendida entre Murcia y sur de la Comunidad. Los más importantes, los que sacudieron la localidad de Lorca en mayo de 2011 con un terremoto que alcanzó los 5,2 grados de magnitud. Pero la mayoría se sitúan en la horquilla de 1,5 a 2,5. Sólo 56 superan en ese umbral y únicamente once episodios el 3,5.

En la memoria histórica queda la famosa "tempestad sísmica" que en 1829 arrasó la comarca y de la que se cumple el 183 aniversario el próximo mes de marzo.