El joven Juan Noguera recreó en once murales la biografía de Miguel Hernández. Fue en el medio urbano de los márgenes del río Segura, entre el puente de Levante y la pasarela de Los Arcos, durante los últimos meses del año 2008, y formaba parte del proyecto del máster en "Arte Público" con el que había completado sus estudios de Bellas Artes. En aquel momento, preparatorio también del Centenario de Miguel Hernández, el equipo de gobierno del PP recibió el proyecto con buenos ojos. No exigió demasiado gasto municipal. Sólo el material y la voluntad del autor de elaborar los murales en solitario, la mayoría con una dimensión de 2 x 2, además de uno mayor de 5 x 20 metros. Todos constituyen un especial homenaje al poeta que recuerda en algo, por su carácter callejero, al realizado en el barrio San Isidro en 1976. El vandalismo, el paso del tiempo y la falta de vigilancia han estropeado los murales. Noguera ha presentado una propuesta para restaurar los murales que representan, por ejemplo, el conocido retrato del poeta realizado por Antonio Buero Vallejo o la recreación de un Miguel Hernández cabrero de su época más temprana.

El autor tuvo la prevención de emplear un barniz especial para evitar que sus grafitis fueran dañados por otros y recuerda que durante su tarea durante tres meses en 2008 ya tuvo que retocar varios de sus trabajos porque dio tiempo a que "el tag" o la firma de turno, malbarataran algunas de sus creaciones. La concejalía de Cultura se ha comprometido a ayudar a la restauración coincidiendo con el aniversario del nacimiento del poeta, en octubre.

Poemario

Por otra parte, la Fundación Cultural Miguel Hernández ha participado en la edición del nuevo libro de la poeta chilena Sara Vial en homenaje al escritor oriolano con motivo del centenario de su nacimiento. El poemario, lleva el título de "Miguel Hernández o la muerte de un ruiseñor", ha sido publicado por la editorial Siníndice en tirada de 200 ejemplares y las ilustraciones son de la artista santanderina Araceli Villalba.